Monday, November 28, 2005

Miradas y palabras

Nació en 1921 en el pequeño pueblo siciliano de Racalmuto, en la provincia de Agrigento, y reside actualmente en Palermo, dice la primera página de la edición española (Editorial Bruguera) de 1984 del libro "Candido ovvero un sogno fatto in Sicilia" de Leonardo Sciascia.

El autor empezó una brillante carrera periodística, para convertirse luego en uno de los escritores más importantes entre los italianos contemporáneos. Conocido por sus numerosas contribuciones al teatro, al cine y a la TV, sus obras se han traducido a varios idiomas, con gran éxito de público y crítica, dice la misma página de la edición española de 1984.

Cuando estuve un mes en un pequeño pueblo calabrese muy cerca de Sicilia (tan cerca que en días de cielo claro se podía ver la isla más sureña de Italia desde p.e. el faro de Capo Vaticano) para hacer algunas investigaciones en una de mis largas conversaciones con "il professore" él me dijo que consideraba a Sciascia como el novelista contemporáneo más importante de Italia.

Estuve de acuerdo con il professore que Sciasca era un grande escrittore. Sin embargo estaba curioso por qué él veía a Sciascia como el novelista italiano más importante. Haciéndole la pregunta il professore me daba buenos argumentos que no recuerdo, pero sí me acuerdo muy bien que los hizo acompañar por miradas indignadas de cómo pudiera ser tan poco culto de no saber el por qué del destacar de Sciascia entre los demás novelistas italianos de su época. Sus miradas me provocaron un "secret amusement", igual como se me las habían provocado sus miradas de stupefacción cuando se enteró un par de días antes de que yo nunca había leído un texto de Spinoza o Erasmo, dos filósofos holandeses que él consideraba como entre los más importantes para "il pensiero europeo".

Desgraciadamente sono dimenticato (he olvidado) los buenos argumentos del professore. Ma non sono dimenticato sus miradas cuando me dió su explicación.

A veces las miradas de un amigo te quedan grabadas para siempre en tu memoria.

Sunday, November 27, 2005

Una foto

Mi hija descubrió la foto en un sobre que quedó muchos años sin ser abierto. Me preguntó de enviársela por correo electrónico para que ella la tuviera en su ordenador.

Ahora tiene la foto en el archivo de su ordenador y no sé lo que hará con ella. La pueda enviar a una amiga, o a un amigo. Pero también pueda guardarla simplemente.

Podría preguntarle a ella lo que hizo con la foto, pero no lo pregunto.

Wednesday, November 23, 2005

Dibujar en vez de hablar

Ya desde muy joven mi hija recurrió al lápiz para explicarme algo. Viéndola dibujar en un papelito lo que quería decir me quedé fascinado con esa capacidad creativa de ella. Dibujaba como si su lápiz hubiera reemplado su lengua.

Hace poco volvimos, ella y yo, al pueblo donde yo vivía hace mucho tiempo. El día siguiente encontré a este dibujo, hecho por ella, entre un montón de papeles sueltos desordenados.

La voy a preguntar cuando lo hizo, este dibujo, y porque lo dejó suelto así no más, sin preocuparse de su posible desaparición.

Sunday, November 20, 2005

Cosas preciosas

Primeramente visitamos a mi amigo fotógrafo, mi hija y yo. Él nos muestra un álbum de fotos de él y de su familia y mientras crece más grande aparecen sus amigos. Me veo de joven en su álbum. Veo también a él de joven, y también a su amiga de esa época, acostada en un pasto. Digo a mi hija: 'Esa foto muestra la atmósfera en que yo vivía también.'

Nos reímos, los tres.

Después vamos caminando por las calles de mi pueblo, mi hija y yo. Nos paramos delante de la casa. Me acerco a la casa. Un hombre, que está adentro, me ve. Camino hacia la puerta. Él me abre. Le digo que he vivido aquí y le cuento cómo era antes el jardín delante de la casa y donde estaba mi cuarto. Me invita a mí y a mi hija de entrar.

Entramos en la cocina. Le cuento a él y a mi hija como era la cocina y donde estaba el fogón que era siempre caliente. Desde la cocina miramos al jardín y les cuento, a mi hija y al hombre que vive en la casa que era mi casa y que era la casa de mi mamá hasta su muerte, cómo era el jardín detrás de la casa.

Seguimos caminando por las calles de mi barrio. Llegamos a una casa en el bosque donde viven los vecinos de mi mamá. Recientemente se han mudado. No están. Digo a sus vecinos de saludarles cuando vuelvan.

Ya es oscuro cuando mi hija y yo pasamos otra vez por la casa de los vecinos de mi mamá. Están al punto de comer veo a través de las ventanas con las cortinas abiertas. Toco el timbre y su hija me abre la puerta. Detrás de ella aparece su papá y me reconoce. Me invita de entrar. Abrazo a su mujer. Me ofrecen un vino y la hija prepara unas tapas.

Cuando salimos dos horas más tarde sabemos que los vecinos de mi mamá hablan de mi mamá como "la abuela Josefina".

'Ella murió demasiado joven,' dijo el vecino.

Antes de partir la hija de los vecinos de mi mamá buscó en su cuarto a un libro de comics que mi mamá la solía leer en voz alta. 'En español,' agregó su mamá.

La hija de los vecinos tiene el libro español de comics guardado en un cajón de cosas preciosas.

Friday, November 18, 2005

El campaneo

Espero que no llueva cuando caminamos por las calles de mi pueblo ("dorp" en holandés). En español "pueblo" significa dos cosas, en holandés la palabra "dorp" significa simplemente un lugar donde hay casas y calles y jardines (en los tiempos no tan lejanos de mi juventud mucha gente todavía tenía huerta, hortalizas producidas en casa) y escuela e iglesia. En mi pueblo teníamos (no logro decir "tenemos") por lo menos cinco iglesias, no por ser tan grande el pueblo, sino por las divisiones religiosas. Los domingos por la mañana el campaneo de tres iglesias cerca de nuestra casa me despertó (pensé primero "me reveillait").
Este dibujo es uno de los doce dibujos de un calendario que mi hija hizo para un aniversario mío hace un par de años. ¿
Ya ven qué mes es este? Sí, noviembre.

Parigi

Hoy voy con mi hija al pueblo donde he vivido en mi juventud. Vamos a caminar por sus calles y vamos a ver si podamos encontrar un par de gente. A un amigo le he llamado por teléfono para saber si estuviera en casa hoy. Él es fotógrafo y sacó ésta foto cuando él y yo estuvimos en ruta hacia España, viajando a dedo por supuesto (con acento en el "o" pronunciando dedo y supuesto de una manera francesa). Teníamos en aquel entonces 17 años. Hemos dormido una noche bajo el Pont Neuf, à Paris. In italiano dicano Parigi, un sonido más suave que Paris en español. Una vez llegados en España, en Rosas, comíamos todos los días pan y melocotón. Así ahorré dinero para poder comprar una guitarra buena. A mi amigo no le gustó que comiéramos todos los días pan y melocotón. Le traeré un pastel. ¿Le gustaría una de manzanas?

Francisco

Francisco


Aquí está el joven fuerte, simpático, con quien he trabajado en la cosecha de avena. Fué matado por los militares chilenos poco después del golpe militar del 11 de septiembre 1973. El joven se llama Francisco.

A su lado está un otro joven, también asesinado por los militares. Todavía no se puede ver el otro, se llama Bauta, pero en un otro post aparecerá cuando copio la foto completa.

Aqui quiero recordar a Francisco.

Thursday, November 17, 2005

El mar y el joven

Siempre voy al mar cuando me siento mal. El mar me cura de los males, el mar es grande, el mar es abierto... No tengo la intención de escribir por el gusto de escribir, quiero decir: por el gusto estético de escribir. Escribo porque siento la necesidad.

Después de haber escrito mi post anterior, sobre la pequeña y el joven a quien mataron, veía todo el tiempo la cara sonriente del joven. He trabajado con él, en la cosecha de avena. Él era más joven que yo, tenía unos 17 o 18 años. Era más fuerte que yo. Junto con un otro hombre puso el saco de avena sobre mi espalda. Se cayó, el saco. Le daba una risa, al joven. Otra vez levantó un saco, era tan fuerte que pienso que lo hubiera podido levantar sólo, y lo puso sobre mi espalda. Ésta vez se quedó el saco, pero me costó mantenerlo y casi perdí el equilibrio cuando empecé a caminar con el saco sobre mi espalda.

El joven me hace llorar, no puedo contenerme. Lloro despacito, tranquilo, me da pena para él que lo mataron tan joven, me da pena para sus padres y sus hermanos.

Trauma

Ésta niña de pelo rubio era casi como una hija para mí.
Ella está con sus hermanos y padres en la foto del post anterior.
Los militares allanaron la cooperativa agrícola donde ella vivía una semana antes del golpe del 11 de septiembre. Mataron al joven con su sonrisa y tres hombres más.
Llegó la angústia y la desconfianza.

Tuesday, November 15, 2005

Sentimiento colectivo

Hace poco envié un mensaje de correo electrónico (¿cuanta gente hispanohablante usa esa palabra en vez de e-mail?) a un amigo agradeciéndole por darme un sentimiento de colectividad. Mi amigo no me ha contestado todavía pero temo que se siente un poco molesto con mi brote de simpatía.

Tengo que explicar que mi amigo es igual como yo un direttore (ésta palabra me sale más fácilmente que “director” que suena tan serio) de una organización internacional y directores no suelen expresarse de una manera emocional. Y tengo que explicar que ese brote de emoción figura como un PD largo en un e-mail muy corto y factual sobre un artículo que espero recibir de mi amigo para poder incluirlo en un nuevo libro que estoy editando. Para las personas que entienden inglés inserto (¿es castellano?) el PD:

P.S. I attach the cover of a new book that came out today. The picture on the cover is of a mapuche family I got to know when I lived on a Chilean cooperative farm in May-June 1973. Of the 40 men working on that farm (between age 18 and, I guess, 60 or so) four were killed after the military coup. For me it's nice to have the opportunity to include this picture in a book discussing today's development problems. In a sense, I am incorporating initial concerns and commitments of my youth into my current work. Early dreams of working with a team of social scientists in rural development and agrarian reform in Chile or other countries in Latin America did not come true, but I have the feeling the work I'm doing now is useful. And instead of feeling myself part of a group of farmers and social scientists in a particular country or region or neighbourhood, I now feel myself part of an international group of committed scholars and friends dealing with national and international finance and development issues. Thank you for giving me that "community" feeling.

Bueno, en breves palabras digo en este PD que salió un nuevo libro y que me gusta ver la tapa que lleva una foto de una familia mapuche en una cooperativa agrícola en Chile. Yo tomé la foto cuando yo vivía y trabajaba en esa cooperativa en 1973. Después del golpe militar del 11 de septiembre 1973 mataron a cuatro de los cuarenta hombres trabajando en la cooperativa. Sueños iniciales míos de trabajar en un grupo de ingenieros agrónomos y científicos sociales no se hicieron realidad, pero sí tengo la impresión de que el trabajo que estoy haciendo ahora tiene sentido (es útil). Y en vez de sentirme parte de un grupo de campesinos y científicos sociales en Chile u otro país en América Latina me siento parte de un grupo internacional de científicos sociales (para decir la verdad son todos economistas menos yo) e amigos que se ocupan de asuntos financieros de gran importancia para la gente que viven en países pobres.

¿Qué contestará mi amigo?

Monday, November 14, 2005

Mon grand-père

Mi abuelo era muy importante para mí... Es cierto, pero no me gusta de decirlo así. Lo quiero decir de otra manera, más como era, no desde la perspectiva de ahora sino de antes.

Miramos la foto. (Le subjonctif est avec "e"?) Vemos el chico con sus ojos cerrados, sus dedos (doigts) frottant le lobule (no sé decirlo en castellano, pero haciendo clic en la foto se hace más grande y ves lo que está haciendo el chico) de son grand-père. Vemos su abuelo inclinado hacia él (verso lui).

¿Qué más vemos?

No vemos mucho. Arena, hay harta arena. A mí me gusta la arena (le sable), ¿y a tí? Vemos también que el chico tiene los pies desnudos, mientras que su abuelo tiene zapatos. Y tiene un reloj, el abuelo. ¿Qué horas son?

¿Está el abuelo consciente del tiempo? ¿Corre el tiempo?

El abuelo es calvo, igual como el papá del chico. Esto no se ve, que su papá también es calvo, pero lo sabemos y él que no sabe se pueda enterar de esto leyendo el post anterior que, como sabemos, sigue aqui abajo.

En realidad sabemos muy poco del chico y de su abuelo. Nos podemos (podamos, pourrions) imaginar beaucoup des choses (tante cose), l'imagination est sans fin, l'immaginazione non conosce frontere. (frontera è anche una parola italiana?)

Mon père

Mi padre... perdió su pelo muy joven. Mi padre... mira (guarda in italiano) hacia (verso) la sinistra (izquierda). ¿Qué piensa él?
Empiezo de otra manera. Mi padre... murió joven. Pero esto es un cliché para mí y por eso no lo dije en un primer instante a pesar de pensarlo. Mi padre... es mi padre. Pero esto no dice nada, es casi como decir: mi casa es mi casa. ¿O será esta frase tautológica la frase más significativa que puedo decir?

No tenía la intención de hablar sobre mi padre, padre mío, mon père, pero un amigo me acaba de escribir algo sobre el capítulo nueve de mi novela en donde hablo de mi padre, desde la perspectiva del chico de aquel entonces (¿por qué te gusta tanto esa palabra, Clo?), y así surgió de repente mi papá.

Aquí está, a nuestro lado (à côté de nous).

Los primeros años después de su muerte hemos charlado mucho, mi papá y yo. Hasta los 19 años escuchaba su voz y la podía imitar perfectamente, sin hablar, como una canción que pasa todo el día por tu cabeza. Después de los 19 años perdí esa capacidad mental. La voz del hermano de mi papá la guardo todavía dentro de mí, aunque él también está muerto ya muchos años.

Mi padre vive en mí y, supongo, en mis hermanos. En Nicaragua usan la palabra hermano para amigos. Seamos amigos, hermanos.

Mi papá se llama Herman. En castellano Herman es Armando. No sé como se traduce Herman en francés, supongo Armand. Y ¿en italiano?

Sunday, November 13, 2005

Pereira prétend

Hay de estos libros que te captan desde la primera línea. Y sabes cuando esa fascinación dura hasta el fin de la primera página, vale la pena comprar el libro. Tengo varios libros en mi biblioteca que he comprado de ésta manera. Uno de ellos es “Pereira prétend” del escritor italiano Antonio Tabucchi. El título original es “Sostiene Pereira”, pero por algún motivo prefiero leer este libro en francés en vez de castellano.

En francés el libro empieza así: Pereira prétend avoir fait sa connaissance par un jour d’été. Une magnifique journée d’été, ensoleillée, venteuse, et Lisbonne qui étincelait.

En italiano suena diferente : Sostiene Pereira di averlo conosciuto in un giorno d’estate. Una magnifica giornata d’estate, soleggiata e ventilata, e Lisboa sfavillava.

La versión española del libro no tengo y creo que no necesito traducir. Supongo que la traducción de la primera línea será algo como: Pereira sostiene de haberlo conocido en un día de verano.

Una vez, andando en auto (de verdad, no sé como decirlo en castellano, sé que es ‘andar en bicicleta’, pero en auto…), hice un experimento. Dije, en voz alta, nadie me podía escuchar: “huelga”. Después lo dije en inglés: “strike”. Y después en alemán: “Streik”. Y después en holandés: “staking”. Y, por fin, en italiano: “sciopero”. De los cinco me gustó lo más el italiano y lo dije otra vez, melódicamente, para no decir cantando: “sciopero”.

Las diferencias de sonido son notables entre estas cinco palabras si las pronuncias de la manera debida (ay, esto suena muy estricto, muy de profesor y tengo nada de profesor, creo). Además, las diferencias en producir con tu voz los sonidos pertenecientes a estas cinco palabras son notables. Trátalo y veras. A mí no me gusta para nada “Streik”. Casi me mato la garganta pronunciar la versión alemana. No me gusta tampoco “strike”, igual me afecta la garganta pero ya suena un poquito mejor. El “staking” no me sale. “Huelga”, ya suena mucho mejor, más adelante en la boca y más cantabile. Pero mi favorito era y es “sciopero”. Mi hice una canción entera en el auto cantando la stessa parola “sciopero” en diversas melodías.

Qué tiene todo esto que ver con mi preferencia para “Pereira prétend”? No mucho, pero algo. Me gusta el sonido del francés cuando leo el libro de Tabucchi en francés.

Otra razón por la cual prefiero la versión francesa es que me gusta más la palabra “prétend” que “sostiene”. No sé exactamente por qué. Es más que sonido, es significación. Y como la palabra “sostiene” o “prétend” es muy importante en el libro, sigo prefieriendo leer el libro en francés. Igual como “Casa d’altri” de Silvio D’Arzo y “El Sur” de Adelaida García Morales he leído este libro de Antonio Tabucchi varias veces.

Lo que también me gusta más de la versión francesa de Pereira es la tapa del libro y el diseño tipográfico de sus páginas.

¿Qué idioma? ¿Qué mundo?

Tengo un problema. El problema es que me muevo en diferentes idiomas (si se pueda decir esto en castellano) y en diferentes mundos y que estos idiomas y mundos no se dejan integrar en mí. Además tengo el problema de que no domino ninguno de estos idiomas como mi idioma de base (si se pueda decir esto en castellano), el holandés.

La primera vez que mi di cuenta del problema que tengo fue cuando trabajé para un instituto norteamericano donde algunos tienen el inglés como su lengua maternal (¿paternal?) y otros el castellano u otro idioma. Cuando nos reunimos para discutir los temas que el instituto trata noté que yo tenía una fuerte preferencia de hablar en castellano en vez de inglés que suele ser el idioma de base del instituto. (Escribiendo ésta última frase me surgieron inmediatamente otras palabras que ese término neutral “de base” como, por ejemplo, “dominante”.)

Durante los varios años que trabajaba para el instituto desarrollé una especie de rechazo al inglés y no sabía exactamente por qué. Sabía que tenía que ver con las relaciones de poder dentro del instituto y con mi falta de poder expresarme completamente como yo quisiera… En una sola palabra: tenía que ver con mi frustración.

Sabemos que la frustración puede llevarnos al rechazo. Y el rechazo puede incluso llevarnos a una postura de agresión, hacia su mismo o/y hacia el otro. En mi caso opté por “rechazar” el inglés. Pongo ingles entre comillas, porque en realidad seguía hablar, leer y escribir inglés. Pero limité el uso del inglés al mundo laboral, donde ese idioma es como esperanto: nos entendemos todos muy (o bastante) bien en inglés.

No es por casualidad que en mi blog, después de un arranque en holandés, escogí el castellano como idioma dominante. (jaja, ésta vez no tengo ningún problema con este término) El castellano me da cierta libertad, una libertad que no tengo expresándome en ingles e incluso expresándome en mi “propio” idioma, el holandés. (¿Cual es mi propio idioma, mi idioma profundo? ¿El holandés o una mezcla de idiomas?)

Soy un extranjero en mi propia lengua, en mi propio mundo, digo espontáneamente. Y diciéndolo así y dejando de lado todos los otros pensamientos que surgieron de inmediato después de haber escrito ésta reflexión espontánea (escribo de una manera instantánea, sin pensar de antemano lo que digo, “pensar en voz alta” se llama esto si no me equivoco), reconozco que mi problema es más profundo: toca a raíces de mi personalidad.

Pero hagamos una gira (tal vez después la calificaré como un desvío) y volvamos al tema original y menos personal del problema de gente como yo que piensan en diferentes idiomas. Ayer descubrí un blog de una señora simpática (lo del simpático me escapó como cliché) que domina tres idiomas a la perfección: italiano, inglés y francés. (Ésta es por lo menos mi impresión, puede ser que ella discrepa.) Ésta señora escribe sobre la gente que habla diferentes idiomas y ha titulado (¿nombrado?) su blog “multitongues kids” (niños que hablan varios idiomas) y “polyglottes en herbe”.

En su blog sobre los niños multilingües ella cuenta historias chistosas como, por ejemplo, que su propio hijo mirándola pensativamente la pregunta: “Mamma… Mama… Mamán?” claramente dándose cuenta de las tres maneras diferentes de pronunciar el nombre de su mamá (en italiano, holandés y francés) y preguntándose si realmente significarían la misma cosa. (Ella escribió esto en inglés: The other day in a rare moment of calm, a pensive Milo looked at me with a profound look and said: "Mamma….Mama….Mamán ?", pronouncing them perfectly in Italian, Dutch and French. It was evident that at that moment he was really aware of the three different ways of pronouncing my name, and it was as if he was questioning me whether they really meant the same thing…)

Después, en el otro blog, sobre los poliglotos, que ella escribe en francés, esa señora simpática cuenta sobre un grupo interesante y creciente de niños llamados Third Culture Kids (TCK). Son niños que han vivido en su juventud en el extranjero y a causa de esto han desarrollado una “tercera” cultura, que tiene sus orígenes tanto en la cultura de sus padres como en la del país en que han pasado una buena parte de su juventud. Resulta que estos Niños de Tercera Cultura suelen tener una perspectiva internacional del mundo y que son los empleados ideales del futuro en que se necesita cada vez más de ésta clase de gente “en la medida en que aumentan los mercados y los puestos de trabajo globalmente”. (Textualmente elle dice, citando un experto en la materia: Les TCKs deviennent souvent les prototypes citoyens multilingues et travailleurs idéaux du futur, recherchés professionnellement au fur et a mesure que les marchés et les postes augmentent globalement, " écrit Holmestrom dans son article "Etrangers dans leur propre terre".)

Entonces, ¡qué tonto de problema tengo! Hay todo un futuro lindo que me espera, hablando holandés, inglés, francés, alemán, castellano, italiano (un poco) y (un otro poquito) portugués! ¿Por qué me hago problemas?

Después de una pausa de varios minutos contesto a esa pregunta, que no quiero cambiar de trabajo y no necesito cambiar de trabajo, porque ya tengo un trabajo que requiere un dominio de varios idiomas. E incluso, y esto les tal vez sorprenderá, en mi trabajo ya he sobrepasado mi rechazo al uso del inglés… Todos los días estoy escribiendo cartas en inglés y hasta edito textos de otros en inglés (pero siempre necesito un chequeo final de un "native speaker").

Entonces repito, ésta vez con más fuerza: Por qué cansar a mis lectores con ese problema de idiomas y mundos que no puedo integrar en mi propia persona… si resulta que es un problema de mierda que ni existe.

“¡Andáte a visitar a un siquiatra (argentino u otro) o vaya a visitar a un amigo para charlar de tus problemas de integración de la multitud de personalidades que albergas dentro de ti y no nos aburras más con estos problemas, coño (tonto)!”
“Pido disculpas, pero sigo teniendo un problema…”
“Y ¿cual es exactamente?”
“Que no sé expresarme de una manera satisfactoria en ninguno de los idiomas extranjeros que hablo.”
“Y ¿qué significa satisfactoria para ti?”
“Que domino el idioma a tal perfección que puedo decir todo lo que quiero.”
“Y ¿por qué no te limites al idioma que hablas y escribes bien, el holandés?”
“Porque en ese idioma me siento limitado, restringido… Necesito hablar y escribir otros idiomas…”
“¿Para qué? ¿Qué es lo que estás buscando, amigo?”
“No sé… Tal vez quiero descubrir cosas que siento que tienen que ver con migo mismo y mis antecesores…”
“¿Quieres decir tus padres?”
“No, más bien, mis abuelos, porque mis padres son holandeses…”
“Madre mía, ¿por qué volver a tiempos tan lejanos, tan remotos de tu existencia? ¿Qué te pasa, hombre?”

Saturday, November 12, 2005

Casa d'altri (1)

Hace muchos años encontré en una librería en Amsterdam un libro de pocas páginas. La primera línea (una sola línea) me llevó, y también la segunda (que era la mitad de la primera línea), y la tercera (nada más que tres puntos). Como el diseño de la página me enseñó que ya había llegado al tercer párrafo y como ya se había abierto todo un mundo delante de mí me compré el libro.
Seguí leyéndolo en casa.
No me acuerdo después de cuanto tiempo llegué a la última página. Pero sí me acuerdo que el tiempo dejó de tener importancia y que el espacio en que se mueven las personas y animales es reducido y amplio al mismo tiempo.
El autor del libro se llama Silvio D'Arzo y su título es "Casa d'altri".
He releido el libro por lo menos cuatro veces.

Friday, November 11, 2005

Libros para niños

De chico me gustó leer libros y mirar las ilustraciones de los libros. Siendo padre me gustó leer los mismos libros y otros – hay tantos libros buenos para niños – en voz alta a mis hijos. Seguía con esta costumbre, esa tradición familial, hasta que mis hijos tenían unos catorce o quince años.
Antes de dormir nos acostábamos sobre (¿en?) la cama grande, yo en el medio, mi hija a un lado y mi hijo al otro. Mi hija siempre trajo su cobertura y la puso cuidadosamente sobre mí y ella. “¿Está bien así?” A mi hijo no le gustó cubrirse. A veces yo era tan cansado que me adormecí antes de mi hija. Entonces mi hijo se hizo cargo de mi papel para que su hermana (él es dos años menor) podía adormecerse también.

Thursday, November 10, 2005

El abuelo que nunca conocí

¡Encontré la foto de mi abuelo el musico! Ademas, encontré una foto de su matrimonio. Es curioso, mirar atentamente a una foto de un hombre que nunca conocí y de quien hay pocos rastros. No hay historias sobre él, sólo que una vez enseñando la trompeta a un joven y diciéndole: "Y ahora soltar todo," el joven dejó caer la trompeta en vez de soltar los pistones de la trompeta. Y hay esa tarjeta postal de que ya hablé en un post anterior, dirigida a mi padre que extrañaba tanto a su papá.
Extrañar, echar de menos... todos echamos de menos algo o alguien. ¿Qué más podría decir yo? Tantas cosas.
Por ejemplo, que mañana saldrá un nuevo libro que espero contribuya, de una manera modesta por supuesto, a un mundo mejor... Que hoy he enviado una carta larga a mi hermano que vive en Canadá... Que ayer por la noche tuvimos una conversación interesante con una escritora yugoslava... Que hoy he escrito un par de reflexiones sobre el mundo en que vivimos... Que el fin de semana pasada, caminando por la playa de una de las islas en el norte de Holanda, de repente veía como se podría desarrollar la próxima novela que quiero escribir.
Llevo una vida lleno de proyectos, pequeños algunos y otros un poquito más grandes. Creo que la novela que intento escribir tendrá muy poco que ver con los tiempos pasados y mucho que ver con el mundo vibrante de ahora. Pero "vibrante" tal vez no es la palabra que lo sintetiza bien.

Monday, November 07, 2005

La esposa del violinista

Escribí mi post sobre Ruggiero Ricci ayer por la noche escuchando la vieja grabación de música tocada por Ricci. El ruido de disco viejo en esa grabación me hizo volver a los tiempos pasados, a mi abuelo que nunca conocí y quién era un músico profesional tocando también el violín. Debo tener una foto de él y si lo encuentro la pondré acá. Ésta es otra razón por la cual no seguí con mi relato sobre Orlando: no pude encontrar la foto tomada de él durante nuestro primer encuentro. En esa foto fuma un cigarrillo y tiene una mirada pensativa. No era viejo, Orlando, tenía unos cuarenta años. Era lleno de vida… Pero déjame volver a mi abuelo que nunca conocí. Él no tocaba solamente el violín sino también la trompeta, el piano y la guitarra. Tenía talento para la música, era un buen profesor y tocaba un tiempo en la capilla militar real de Holanda que lo llevó a otros países de Europa. Guardo una tarjeta postal de él, enviada a su hijo de seis años quien lo extrañaba y quien era mi papá.
En vez de seguir escribiendo sobre mi abuelo que nunca conocí voy a buscar su foto y la pondré aquí. Y si no la encuentro pondré una de su mujer, mi abuela que sí conocí y que, según algunos, parecía venir de otro país que Holanda… “Italia tal vez,” dijeron. Pero no era así, venía de Holanda. He visto su foto hace poco cuando busqué un papel entre los montones de papeles y fotos y documentos viejos que se encuentran en mi gabinete de estudio.

No encuentro la foto de mi abuelo el músico y entonces pongo una de ella, de su esposa, mi abuela, quién era guapa, simpática y un poco dominante.

Ruggiero Ricci (2)

Me dejo llevar más por Ruggiero Ricci y encuentro unas notas biográficas sobre él de donde cito: ‘Ruggiero Ricci was born in 1918 as the third child of seven. His famliy, not being rich was oriented to music. His father, an immigrant from Italy being a musician (a very ambitious man who played the trombone). He instructed his children to become musicians ("either musician, or garbage man").
Ruggiero listened to his father trying to play the Hungarian dance of Brahms and he decided to play this piece on the violin. His first teacher was his father himself, who brought him to Louis Persinger at the age of 7 years. Persinger recognised the high talent of the boy and organised lessons by his assistant, Elizabeth Lackey and by himself. After winning a gold-medal at a local contest, Ricci gave his first public performance in 1928 at the age of 10 years with works by Wieniawsky and Vieuxtemps. Persinger accompanied him on the piano. The year after he gave his first orchestral performance, playing the Mendelssohn concerto. His debut at the Carnegie Hall became a great success.
Concert tours in the
USA and later in Europe (England and Germany) followed.
Ricci gave much attention to the works of Paganini, as he later said, he learned much of the violin-technique of Paganini from his works. Playing scales with difficult, uncommon fingerings were another speciality of Ricci. He recommends to play compositions for piano, like the Chopin-Etudes on the violin. As a teacher he insists to bring etudes to the absolute mastership instead to a mediocre level.’
Adjunto una foto de Ricci, muy joven, como “Wunderkind”, y una de viejo, siempre tocando el violín.

Ruggiero Ricci (1)

Tenia la idea de contar como conocí a Orlando en ese mes de enero que no recuerdo si fue un mes de enero con calles cubiertos de nieve, vientos fríos soplando entre las casas, jóvenes y viejos patinando sobre el hielo de los canales y lagos… Pero en vez de escribir sobre mi primer encuentro con Orlando me dejo llevar por el recuerdo a una cinta con música de violín que solía escuchar frecuentemente en mi auto cuando todavía tenía una grabadora en vez de un “tocadiscos” para CD. Pienso al violinista que creía se llamaba Rizzi. Buscando la cinta descubro que no se llama Rizzi sino Ricci. Con la ayuda de Google encuentro una foto de Rizzi, en color, ya de avanzada edad, y una de Ricci, joven, en blanco y negro que reproduzco aquí. Además Google me lleva a una entrevista con Ricci, Ruggiero Ricci se llama. Dice Ruggiero Ricci: “When you play, you have to be like a prostitute, you have to love the piece you are playing. Even if you don't like it, you have to play it as if you would like it. Then you are a good interpreter.” Cuando tocas, tienes que ser como una prostituta, tienes que amar la pieza que tocas. Incluso cuando no te gusta, tienes que tocarla como si te gustase. (Ah, qué difícil las inclinaciones de los verbos para un autodidacto flojo como yo…)

Thursday, November 03, 2005

La trompeta de Miles Davis

Es extraño, no hay ninguna foto donde mi padre toca la trompeta. Faltando esa foto pongo una de Miles Davis.
En 1979 me invitaron a ser testigo en un juicio en Washington contra algunas de las personas involucradas en el asesinato de Orlando. A Orlando lo mataron el 21 de septiembre 1976 en pleno centro de Washington.
Utilicé la oportunidad para hacer un reportaje de radio sobre el juicio. Teníamos dos horas para el reportaje y como esto es mucho tiempo para el que escucha lo alternamos con música.
La música principal venía de la trompeta de Miles Davis.

Wednesday, November 02, 2005

Orlando e Isabel bailando

Orlando e Isabel bailando la cueca.

Tuesday, November 01, 2005

Tarjeta postal a Reflejos

Estimada Reflejos,

La música del film "Death in Venice" la he tocado muchas veces mientras escribía mi primera y, por el momento, última novela. Es triste, esa música, melancólica. El libro de Thomas Mann, "Der Tod in Venedig", fue publicado en 1912, doce años después de la muerte prematura de mi bisabuelo italiano, quién es un personaje clave en mi novela. La novela de Thomas Mann empieza así: "Gustav Aschenbach oder von Aschenbach, wie seit seinen fünfzigsten Geburtstag amtlich sein Name lautete, hatte an einem Frühlingsnachmittag des Jahren 19.., " Sin terminar ésta primera frase de su novela, primera frase que siempre es tan importante, y traduciendo sus palabras en castellano: "Gustav Aschenbach o von Aschenbach, como era su nombre oficial después de su quindécimo aniversario, había [emprendido un paseo] en una tarde de la primavera del año 19..," noto que la atmósfera de una ciudad o de una novela está influenciada por los sonidos (en Venecia se escuchan los pasos de la gente caminando), por la luz (en Venecia filtrado por la humedad del mar), los olores y los recuerdos. Cada uno de nosotros tenemos recuerdos diferentes, únicos. Y sin embargo, compartimos todos algo. Incentivado por tu post reciente leeré la novela de Thomas Mann, que se encuentra ya muchos años en mi biblioteca sin ser leída. Me costó encontrarla. He buscado una vieja tarjeta postal de Paris que refleja algo del ambiente de otra ciudad que pienso que te gusta también.

Un saludo, Giovanni.