Mon père
Mi padre... perdió su pelo muy joven. Mi padre... mira (guarda in italiano) hacia (verso) la sinistra (izquierda). ¿Qué piensa él?
Empiezo de otra manera. Mi padre... murió joven. Pero esto es un cliché para mí y por eso no lo dije en un primer instante a pesar de pensarlo. Mi padre... es mi padre. Pero esto no dice nada, es casi como decir: mi casa es mi casa. ¿O será esta frase tautológica la frase más significativa que puedo decir?
No tenía la intención de hablar sobre mi padre, padre mío, mon père, pero un amigo me acaba de escribir algo sobre el capítulo nueve de mi novela en donde hablo de mi padre, desde la perspectiva del chico de aquel entonces (¿por qué te gusta tanto esa palabra, Clo?), y así surgió de repente mi papá.
Aquí está, a nuestro lado (à côté de nous).
Los primeros años después de su muerte hemos charlado mucho, mi papá y yo. Hasta los 19 años escuchaba su voz y la podía imitar perfectamente, sin hablar, como una canción que pasa todo el día por tu cabeza. Después de los 19 años perdí esa capacidad mental. La voz del hermano de mi papá la guardo todavía dentro de mí, aunque él también está muerto ya muchos años.
Mi padre vive en mí y, supongo, en mis hermanos. En Nicaragua usan la palabra hermano para amigos. Seamos amigos, hermanos.
Mi papá se llama Herman. En castellano Herman es Armando. No sé como se traduce Herman en francés, supongo Armand. Y ¿en italiano?
1 Comments:
Armando tambien...it's a beautiful picture, full of tenderness.
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