Llamadas telefónicas
Hace poco la visité en su casa, esa casa que conocía solamente de las llamadas telefónicas. A cualquier hora del día podía llamar.
Ella me abrió, por supuesto, él no estaba, y me propuso de salir de inmediato. 'Vamos en tu coche o en el mío?' 'En el tuyo. Nunca tengo el privilegio de estar al lado del chofer.'
Tuvimos que caminar bastante antes de llegar al lugar. 'Bonito el sitio, no?' me dijo. 'Y las piedras encima de él, de donde vienen?' 'De la casita en el campo.'
Poco antes de su muerte tuve una larga conversación con él, por teléfono. Me habló de su hijo y de su hija, de sus preocupaciones. No me habló de ella. Se conocieron hace cuarenta años. Eran inseparables.
'Ahí estaré yo,' me dijo, indicando con su dedo el lugar. 'Al lado de él.'
No me acuerdo cuando conocí a mi dentista. Yo vivía en el barco y un día una muchacha me pidió si podía colgar su barca de vela por algunos días. 'Por supuesto,' le dije. Charlábamos. 'Mi hermano es dentista,' me dijo.
El día siguiente le llamé.