Para continuar la 'storia' del post anterior, aquí vemos el hermano de mi padre dibujando en la calle en un momento de su viaje con mi padre a Italia en los años treinta. No sé exactamente en qué año fue, pero el nazismo ya había llegado al poder en Alemania, como se puede ver por la bandera nazi en la otra foto.
En el post anterior me pregunté de qué lo que estaban hablando los hombres en una plaza de Bolzano.
Pau cuenta en su comentario a mi post que 'la gente, antes, hablaba más; se entretenía charlando en la calle, en grupos...' Él recuerda que, 'hasta hace poco, en los pueblos del Pirineo catalán, la gente se vestía bien los domingos, con su mejor traje, y salía a la calle a charlar, solo los hombres... Las mujeres se quedaban en casa después de ir a misa.'
Para mi padre y su hermano no debe haber sido una gran sorpresa de ver la bandera nazi ondeando desde la torre de la puerta de München. Mi padre nació en 1914 y ya el 2 de septiembre 1923, a Neurenberg (Norimberga), 'un agitatore di origine austriaca, Adolf Hitler, parla davanti a 70.000 manifestanti entusiasti, veterani della prima guerra mondiale,' cuenta Annie Goldmann en su libro "Gli anni ruggenti: 1919-1929" (Les années folles - Los años locos) del cual tengo la edición italiana. Como sabemos, Hitler y sus tropas nazis llegaron al poder en 1933. Supongo que mi padre y su hermano hicieron su viaje a Italia, pasando por Alemania y Austria, en 1935 o 1936.
En Italia Mussolini había llegado al poder ya muchos años antes. Organizó su marcha a Roma en 1922 y, 'non incontrando alcuna resistenza da parte dellésercito e della polizia, lo porta al potere,' cuenta Annie Goldmann. 'L'Italia vede allora instaurarsi un regime autoritario; il Parlamento è imbavagliato. Gli antifascisti, e in particolare i comunisti, perseguitati, cacciati dai loro posti di lavoro, imprigionati, sottoposti a giurisdizione speciale o assassinati.'
Volviendo al comentario de Pau, él piensa que la foto de la plaza en Bolzano fue tomado un Domingo, después de misa. Supongo yo que los hombres en la plaza estuvieron hablando de cosas normales de la vida diaria y no de las políticas extraordinarias (fuera de lo normal) de Mussolini o Hitler. Y supongo que mi padre en aquel viaje tampoco hablaba mucho sobre "la política" de su tiempo. En general, la gente prefiere hablar de otras cosas, en aquellos tiempos y también en los nuestros.
El escritor austríaco Joseph Roth (1894-1939) sí hablaba de la política de su tiempo, en forma novelada. En su libro "Fuga sin fin" cuenta de una manera imaginativa sobre el retorno del teniente del ejército austríaco Franz Tunda a su país después de haber vivido varios años en la Rusia revolucionaria:
'En una de esas bonitas mañanas de abril en las que el centro de Viena es tan alegre como elegante, en una de esas mañanas en las que bellas mujeres se pasean con hombres desocupados por la Ringstrasse, en las que en las terrazas recién estrenadas de los cafés brillan sifones de color azul oscuro y la sociedad de primeros auxilios organiza desfiles de propaganda con banda de música, apareció Franz Tunda en el populoso lado soleado del Graben, con la misma ropa con que se había presentado en el consulado de Moscú, e indudablemente llamó la atención. Su aspecto coincidía exactamente con la idea que el droguero, que estaba ante la puerta de su fragante tienda, tenía de un "bolchevique". Los pantalones de montar y las botas altas y flexibles hacían que las largas piernas de Tunda pareciesen aún más largas. De las botas emanaba un fuerte olor a cuero. Llevaba el sombrero de piel calado hasta los ojos sombríos. Sea como fuere, el droguero vio en ese rostro un peligro para su tienda.
Tunda se encontraba, pues, en Viena. Recibía subsidio de paro y buscaba a algunos de sus antiguos amigos. Le contaron que su novia se había casado y vivía probablemente en París.'
Joseph Roth escribió su novela "Fuga sin fin" antes del viaje de mi padre a Italia. Escribió otra novela en los años veinte que hace muy vivo y muy cercano el clima de terror que Hitler y sus hombres fomentaron antes de llegar al poder. El libro se llama "La tela de araña" (1923) y, igual como "Fuga sin fin", fue publicado por el editorial Acantilado en Barcelona.
Como se puede ver en los párrafos citados en este post y en el post anterior, "Esperar a alguien", Roth escribe de una manera tal que veas y sientas la vida de las personas en aquellos tiempos. Las fotos del viaje a Italia de mi padre y su hermano en los años treinta hicieron revivir esos tiempos también un poco.