Las elecciones en Holanda
Ayer por la noche mi mujer y yo hicimos un paseo por el dique, antes de dormir. Dijo mi mujer que había ambiente de isla (Holanda tiene islas muy bonitas en el norte): el viento, las siluetas de los árboles, las estrellas. Dije yo que era extraño que los últimos años gente como nosotros dice que quiere abandonar Holanda y vivir en otro país. Antes nadie dijo esto (menos mi hermana que vive en el sur de Francia... bueno, y alguna gente más, pero por otro motivo).
En estas elecciones un partido político nuevo de ultraderecha que llama a que Holanda no se transforme en un estado musulmán ha ganado 9 de las 150 sillas. Ha ganado también un partido de izquierda relativamente nuevo, el Partido Socialista, que era pequeño (9 sillas) y ahora es el tercer partido más grande, con 26 sillas en el parlamento. El partido tradicional de izquierda, el Partido del Trabajo, perdió 10 sillas y tiene ahora 32 sillas. El otro partido pequeño de izquierda tiene 7 sillas. En las elecciones municipales de hace medio año la izquierda ganó tantos votos que hubiera podido formar un gobierno. Ahora no, porque el partido demócrata cristiano (que tiene el primer ministro) perdió mucho menos que en las elecciones municipales. El primer ministro va a seguir como primer ministro.
El primer ministro holandés apoyó a Bush y Blair en la guerra de Irak, él gobernó con la derecha, él... Pero como ya dije no quiero entrar en la política holandesa que es nada peculiar, comparándola con otros países europeos. No creo que la personalidad del primer ministro y su continuación como líder de un posible gabinete de centroizquierda (democratacristianos, socialdemócratas o socialistas (?) y un otro partido) sea el motivo principal para ciertos holandeses de querer abandonar Holanda. Hay otro motivo, otra fuerza que les empuja...
Tal vez esa fuerza tenga que ver con la superficialidad de la política, la norteamericanización de las campañas electorales, la pérdida del significado de la democracia, la pérdida de influencia de ideas políticas bien pensadas y más amplias que la llamada "eficiencia" o "conforme con el mercado".
No lo sé. Lo único que sé es que hay mucha gente desilusionada en la política. Y eso es grave y hay que cambiarlo porque la democracia se basa en la ilusión de que cada uno de nosotros pueda contribuir a una sociedad mejor.
El dibujo es de mi compañera: el faro en Schiermonnikoog, una de las islas más bellas en el norte de Holanda.