Las voces
El párroco había sido asesinado poco después de que el sacristán hubiese llamado al avemaría.
(...)
Ni los carabineros ni el sacristán podían poner en duda la palabra del abogado. El sacristán, sin más, admitió que se había equivocado: y era muy fácil equivocarse, porque en la sacristía (por supuesto que se había hecho la prueba correspondiente) las voces sufrían una cierta deformación por el eco, una cierta alteración.
- Esto es todo lo que sabemos; en realidad, nada - concluyó el comisario.
Y en ese momento, como si hablara para si mismo, Cándido dijo:
- La voz.
- ¿La voz qué? - se volvió hacia él, irritado, el comisario. Ya había previsto que el muchachito se tendría que inmiscuir en el asunto. Porque ése era uno de esos niños sabelotodo, diligentes, petulantes, que los curas, a menudo, tienen a su alrededor.
- Las voces - dijo con gran tranquilidad Cándido - son casi siempre verdaderas.
Fragmentos de Cándido o Un sueño siciliano, de Leonardo Sciascia.
La foto es de Enzo Sellerio.
Un otro libro de Sciascia que tengo, en francés, es una colección de cuentos La mer couleur de vin. El cuento que da el título al libro empieza así:
Il existe un train qui quitte Rome l'été à 20h50, annoncé par haut-parleurs - direct pour Reggio de Calabre et la Sicile - pour un flot de voyageurs coltinant valises ficelées et recouvertes de toiles, par une voix féminine qui évoque, suspendu entre les fils électriques de la gare Termini dans le ciel du soir, un visage féminin d'une beauté à peine fanée.
Compré La mer couleur de vin (Il mare colore del vino) durante unas vacaciones de verano hace 15 años en el pueblo Les Moutiers-en-Retz, donde un día hice un pequeño dibujo y un pequeño poema:
El mar, el eterno mar
delante de mí
y detrás de mí
la tierra
la arena
las casas, la gente
¿qué más deseo?
(...)
Ni los carabineros ni el sacristán podían poner en duda la palabra del abogado. El sacristán, sin más, admitió que se había equivocado: y era muy fácil equivocarse, porque en la sacristía (por supuesto que se había hecho la prueba correspondiente) las voces sufrían una cierta deformación por el eco, una cierta alteración.
- Esto es todo lo que sabemos; en realidad, nada - concluyó el comisario.
Y en ese momento, como si hablara para si mismo, Cándido dijo:
- La voz.
- ¿La voz qué? - se volvió hacia él, irritado, el comisario. Ya había previsto que el muchachito se tendría que inmiscuir en el asunto. Porque ése era uno de esos niños sabelotodo, diligentes, petulantes, que los curas, a menudo, tienen a su alrededor.
- Las voces - dijo con gran tranquilidad Cándido - son casi siempre verdaderas.
Fragmentos de Cándido o Un sueño siciliano, de Leonardo Sciascia.
La foto es de Enzo Sellerio.
Un otro libro de Sciascia que tengo, en francés, es una colección de cuentos La mer couleur de vin. El cuento que da el título al libro empieza así:
Il existe un train qui quitte Rome l'été à 20h50, annoncé par haut-parleurs - direct pour Reggio de Calabre et la Sicile - pour un flot de voyageurs coltinant valises ficelées et recouvertes de toiles, par une voix féminine qui évoque, suspendu entre les fils électriques de la gare Termini dans le ciel du soir, un visage féminin d'une beauté à peine fanée.
Compré La mer couleur de vin (Il mare colore del vino) durante unas vacaciones de verano hace 15 años en el pueblo Les Moutiers-en-Retz, donde un día hice un pequeño dibujo y un pequeño poema:
El mar, el eterno mar
delante de mí
y detrás de mí
la tierra
la arena
las casas, la gente
¿qué más deseo?
5 Comments:
El mar... siempre el mar...
Saludos
Qué sorpresa hermana! Ya han (habeis) terminado la cosecha de olivos? Thalassa, thalassa... pero no en mis sueños sino en la realidad. El mar, la mar trae armonía, espacio, fuerza, da contacto con la naturaleza y con las personas queridas que viven al otro lado del mar, como tú!
Noa, sí, siempre el mar, y Sicilia como realidad y fantasía.
Besos
Ya en el vientre materno, vivimos en un mar de sensaciones placenteras.
Me gusta el mar y el sonido callado de sus horas frente el.
Saludos
Perdona que no hable del post, compañero, pero es curiosa la situación después de las elecciones.
Seguro que nos podrás dar un punto de vista más cercano y preciso.
Salud.
Giovanni ando perdida entre trabajos ingratos y apenas vengo a visitarte. Cuando lo hago, como hoy, me voy con una sonrisa y el convencimiento de que de verdad Todo es posible, sobre todo con gente como tú y tu familia. Muchos besos
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