Se prendió fuego en Ámsterdam
Huyó de Irán. Buscó asilo político en Holanda en el 2001. No le dieron el estatus de refugiado político y tuvo que vivir como “ilegal” (sin papeles). Estaba tratando hasta hace poco de conseguir el estatus, pero las autoridades lo negaron. Estaba desesperado y anunció a las autoridades que leyeran en los diarios sobre él. El 6 de abril se puso en llamas en la plaza central de Ámsterdam, el Dam. Murió.
Participé el domingo pasado en una despedida de él, Kambiz Roustayi, un hombre sin futuro en Holanda, de 36 años de edad. Era también un acto de protesta. Lo filmé.
6 Comments:
Me he emocionado. ¡Qué terrible!
Un beso
Elvira, igual que tú me he emocionado viendo las imágenes de él, vivo (la fotografía con ese pequeño al lado de él) y todavía vivo cuando estaba ardiendo. Fue triste cuando descubrí, montando el vídeo, que se levantaba un poquito mientras los paseantes trataban de apagar las llamas. Tendrían que haberlo cubierto con una manta larga de lana...
Un beso
Yo siento vergüenza cuando pasa algo así, esta vez en Holanda, pero podría pasar perfectamente en España. Cuando alguien hace algo así es que está absolutamente desesperado y no ve ninguna otra salida. Es un drama, pero también es una vergüenza. No sé argumentar bien las razones, pero es así.
Un abrazo
Mientras existan las fronteras, tanta desigualdad social y con el voto, se vota a quien se votó en tu país, seguirán ocurriendo.
No hay cabida para la gente pobre y sin esperanza, en la paises ricos. No la hay.
Un abrazo
José Luis, eso es: un drama y una vergüenza. No es necesario dar los argumentos, aquí hablan los sentimientos y el buen sentido común (ojalá sea verdad, ese último).
Un abrazo
La solidaridad es algo tan importante y sencillo que debería ser más importante que los procedimientos y reglas. Holanda es uno de los países más ricos en el mundo, pero sólo en cuánto a dinero per capita.
Un abrazo
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