Wednesday, August 08, 2012

Pan y paz para todos

Una vez en el campo en Chile un hombre viejo (más o menos la edad que tengo ahora) que había vivido como asilado político en Amsterdam me contó que caminaba cada mañana cinco kilómetros por las calles y parques de Amsterdam para comprar pan. Habían panaderías más cercanas, pero el hombre prefería esa caminata larga, no porque su doctor le hubiera recomendado caminar cada día sino porque le gustaba ese pan.

Por casualidad yo vivía en aquel entonces a cuatro o cinco minuto andar de la misma panadería adonde el hombre chileno caminaba cada día y le conté que yo fui a comprar el pan allá también cada día por la misma razón: la calidad del pan.

Ayer fui al peluquero que tengo desde los años en que caminé cada día a esa panadería que compartía con el chileno y muchos más (cuando volví en 1973 desde Chile después de haber vivido 7 meses allí me dio gracia que tenía que hacer cola, igual que en Chile, y que la cola llegó hasta la esquina) y resulta que el peluquero queda a medio camino entre el lugar donde vivía en aquel entonces (un barco o sea una casa flotante en el río Amstel) y que antes de entrar en la peluquería (para dejarme cortar los pocos pelos que tengo) compré el famoso pan que mi amigo chileno y yo compartimos.

En la imagen de arriba se puede leer el apellido del panadero, Hartog, y según ese nombre los aficionados de su pan hablan de "Hartog brood". Hoy, durante el almuerzo con Aafke (en Chile la llamaron señora Eva), leí por primera vez lo que dice un texto imprimado en el papel en que empaquetan el pan:

Wat kan een sterf'lijk mens beter wensen, dan koren op 't veld, brood en vrede voor alle mensen.
(trad.: Qué mejor puedan desear seres humanos mortales que trigo en el campo, pan y paz para todos.)

10 Comments:

Blogger Elvira said...

¡Qué rico es el pan cuando es bueno!

Eso, pan y paz para todos.

Besos

7:18 AM  
Blogger Maria Dolors said...

Antiguamente el trigo se sembraba, se cortaba, se separaba
de la paja, y se colocaba en el granero, y un par de veces por semana se hacia pan, mi abuela me lo explicaba, todas las casas
tenian su horno de leña,
y era un alimento imprescindible,
actualmente no se si por vivir en un pequeño pueblo, seguimos teniendo un pan extraordinario, cuando sale del horno es una tentación irresistible.
La frase que tu mencionas sigue estando en vigor, trigo, pan y mucha paz que falta hace.
Un abrazo Giovanni.

8:41 AM  
Blogger giovanni said...

Elvira, me viene en la mente:

Ricordate Marcellino
solo pane, solo vino
e un minuscolo lettino
Marcellino, Marcellin.

Besos

11:51 PM  
Blogger giovanni said...

Maria Dolors, por casualidad (?) leí ayer una carta mía a mi madre en que hablo precisamente de eso, la separación de la paja del grano. Veía a campesinas haciéndolo i en algún país por donde andaba en los años sesenta (creo que era Marruecos).
Siguiendo el refrán que puse en mi respuesta a Elvira, pongo aquí un párrafo de esa canción (Ricordate Marcellino):

Se noi giochiamo a far la guerra
dal Polo Nord all’Equator,
noi rattristiam cielo e terra
con gran fragori e baglior;
dei chiar di luna e delle stelle,
dei prati in fior ti scorderai
Marcellino Pane Vino
non l’avrebbe fatto mai!

Un abrazo

11:56 PM  
Blogger alba said...

Mi nonna hacía el pan y cuando se comía solo, con tomate o con aceite, parecía reinar la paz en la mesa. Si todos tuviéramos pan (si nos permitieran a todos tener ese pan), a lo mejor la paz para todos estaría más a nuestro alcance. Pero no, hay quienes prefieren tener deudas. Por suerte, il piccolo Gio todavía se hace preguntas.
Un abrazo grande.

5:28 AM  
Blogger giovanni said...

(*, il piccolo Gio hacía la pregunta sobre las deudas y volvía a hablar con su abuelo para explicarle qué son deudas. Primeramente su abuelo le dio una respuesta sencilla, pero gracias a las preguntas sencillas insistentes de Gio su abuelo tenía que pensar mejor el origen de las deudas, sus consecuencias y la solución de deudas que vuelven impagables. También tenía que pensar mejor por qué los políticos, en general, no resuelven los problemas de deuda sino los postergan e incluso los empeoran. Y el abuelo se preguntó por qué los políticos no aprenden de casos anteriores en la historia y no se dan cuenta que problemas de deuda dañan la economía y puedan provocar hasta guerras mundiales.
Un abrazo grande

1:54 AM  
Blogger giovanni said...

*, una pequeña corrección:
il piccolo Gio hizo la pregunta sobre las deudas a su abuela y volvió a hablar con su abuelo para que él le explicara qué son deudas.

Pondré la conversación entre Gio y su abuela, 'as soon as it takes place' (cómo se dice eso en castellano?). Recién en ese momento sabré como Gio ha interpretado la explicación de su abuelo sobre las deudas.

12:23 AM  
Blogger andandos said...

Me cuesta mucho más hoy encontrar buen pan que hace años, pero no quiero ser pesimista. Cuando la publicidad llegó también al pan, me extrañé, como me ha pasado otras veces desde entonces, pero es porque me hago mayor.

Un abrazo

7:31 AM  
Blogger giovanni said...

José Luis, hacerse mayor se ve más y también menos. El buen pan es ahora más común que antes aquí en Holanda y he notado que también en Francia las panaderías tienen más pan negro de grano entero (?) y no solo el blanco de grano fino. En tu blog hablé de propaganda, pero ahora veo que la palabra es 'publicidad'. Parece una palabra neutral, para el bien del público.

Un abrazo

11:23 PM  
Blogger Myriam said...

¡No hay nada mejor que tener un buen panadero y peluquero cerca!

¡Pero, Gio, ay ay ay... llamarte viejo a los 67!

7:20 AM  

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