Al mismo momento

Anteayer volvió mi hija desde Asia, con su novio, después de un viaje de cinco meses por ese continente. Mi mujer y yo los hemos buscado en el aeropuerto de Frankfurt. Era un viaje de más de 900 kilómetros. Había sol en Frankfurt y cuando andábamos al norte lentamente los únicos colores que se quedaban eran los de los dibujos en los cuadernos de mi hija que Aafke estaba mirando y yo también, con el otro ojo atento al tráfico que me rodeaba. Y estaba el color amarillo claro de la bufanda de Aafke.

Así mirando a los dibujos de Belle y conduciendo el coche con sus cuatro personas que se aman estaba viviendo en diferentes mundos al mismo momento.