Farouk Achour
Una anécdota que contó era la siguiente. Farouk era pequeño y se volvió enfermo mientras estaba con su familia en una isla de donde venía su padre. Su abuelo lo llevó a un imán (fkih) quien escribió un texto del Corán en el fondo de un plato. Llenó el plato con agua, la tinta del texto mezclándose con el, y dijo al pequeño de beber el líquido de una sola vez. Así se curaría.
De vuelta en casa, la madre de Farouk se enteró de lo que había pasado, se enojó y hizo que su hijo fuese tratado con antibiótica.
De grande, Farouk le gustaba contar, con su sonrisa característica, que nunca sabía si se había curado gracias al texto del Corán o a la antibiótica.
La charla de nuestro amigo era preciosa y tan larga (dado el tiempo disponible de 30 minutos para la ceremonia de despido) que tenía que acortarla mientras hablaba. De vuelta en casa, de noche, leí su charla entera y me gustó tanto la versión abreviada en que tenía que improvisar como la versión larga escrita de cuatro hojas.
La foto de Farouk de arriba fue elegida por su mujer y sus hijos para acompañar este post, un último saluto.
8 Comments:
¡Cómo me gustaría que me despidiera la música de un buen amigo! Es una hermosa manera de decir adiós.
Te acompaño en tu despedida a un buen amigo. Besos
Elvira, leyendo tu comentario pensaba: voy a ver si logro incluir la música tocada en este post. Y logré.
Besos
Que triste despedir a un amigo
y que maravillosa melodia.
Un abrazo Giovanni
¡Preciosa!
Gracias por sus palabras, Maria y Elvira.
Te acompaño en el sentimiento, Giovanni. Un abrazo.
También lo siento yo, Giovanni, un abrazo.
Gracias, Jesús y José Luis. Acompañar es lo que hacemos, en la vida y la muerta que para todos llega algún día, y en la música que es una parte tan linda de nuestra vivencia. Abrazos
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