Thursday, February 08, 2007

Dolores

Mi hermana griega (Nell) puso un comentario muy lindo en el post anterior en que describe una escena de su mudanza a la isla griega donde vive actualmente y en que Ernesto "con una sonrisa ancha y maliciosa triunfaba al lado de la grúa".

Mi amigo Bernardo me hizo recordar en el post anterior un aspecto de Ernesto que también era muy presente: su agilidad, su rapidez, su omnipresencia. Describiendo su actuación en la mudanza del barco a la casa Bernardo me dice en un e-mail: "Él se asomaba por el techo, por una ventana, por la puerta, siempre muy movedizo y como multiplicándose contínuamente, era una figura dantesca con su gran barba, que aparecía y desaparecía mágicamente."

"Triunfaba... muy movedizo...", yo tenía mis ideas sobre esa energía que Ernesto irradiaba... Nunca hablábamos de sus dolores más profundos, neanche di miei dolori... No era necesario.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Oceani di silenzio.

En determinados momentos de nuestra vida conseguimos compartir el dolor mediante el silencio respetuoso.

Y vale más que todas las palabras del mundo, más que el más hermoso poema o la canción más emotiva.

Y proporciona consuelo y calma.
Es una gran suerte.

Bacio.

5:53 AM  
Blogger Unknown said...

El sábado una persona me confesó sus dolores más profundos, aunque yo ya los sabía, pero al hacerlo, la vi mucho más fuerte, y más cercana.
Salud!

3:58 PM  
Anonymous Anonymous said...

Pequeños mundos interiores, que se saben con tan solo una mirada.
Saludos y buen día

12:19 AM  
Blogger Mariposa Azul said...

Aveces las palabras sobran para comprender lo que otros piensan o estan pasando... es increible pero magico.. pasa tambien a mi en ciertas ocasiones.
Saludos

2:44 PM  

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