Sognare e giocare (2)
Soñar es un tema recurrente entre blogueros y en general decimos que nos gusta soñar, pensar en lo posible. Soñar para escapar de 'la realidad' y sus límites también tiene su función, pero en general es frustrante si lo haces demasiado (lo que es 'demasiado' es diferente para cada persona).
No no, no tengan miedo que voy a seguir en este tono de decir lo obvio, lo dije sólo para arrancar y crear un texto corto (tenemos poco tiempo y poca calma para leer textos largos que no son 'necesarios' o un placer - como los libros que leemos!) para un par de fotos más que saqué de la nieve aquí (haciendo clic en las fotos se ve el sol, el sol 'de verdad' reflejado en el abdul y otros 'objetos' y el sol 'creativo' del balcón de mi cuarto y oficina, el último hecho por mi amigo Ernesto).
Jugar no es un tema recurrente, creo, pero es bastante presente en mis escritos. Juego con palabras, con idiomas y con reflexiones verbales y 'preverbales' (que son más bien sentimientos... este es un blog de sentimientos). No soy el único que 'juega', muchos de ustedes lo hacen también, cada uno de su manera, no cierto?
De repente me acuerdo que he escrito una vez una entrada sobre jugar... Fue en 2006, en el post "Sulla strada no pasa nada", en que conté lo que habían escrito algunos de mis amig@s bloguer@s. Citaba a una de ellas: "la-de-marbella escribe sobre lo que fue noticia de primera página durante varios días de mi estadía sevillana y termina diciendo: 'Y con esto doy por terminada mi incursión en la política y retomo el carácter lúdico de mi blog.'"
Después dije: "Me gusta jugar y tengo que jugar más y, además, algún día, leer el libro "Homo ludens" del historiador holandés Johan Huizinga."
Todavía no lo he leído. Alguien de ustedes lo ha leído?
No no, no tengan miedo que voy a seguir en este tono de decir lo obvio, lo dije sólo para arrancar y crear un texto corto (tenemos poco tiempo y poca calma para leer textos largos que no son 'necesarios' o un placer - como los libros que leemos!) para un par de fotos más que saqué de la nieve aquí (haciendo clic en las fotos se ve el sol, el sol 'de verdad' reflejado en el abdul y otros 'objetos' y el sol 'creativo' del balcón de mi cuarto y oficina, el último hecho por mi amigo Ernesto).
Jugar no es un tema recurrente, creo, pero es bastante presente en mis escritos. Juego con palabras, con idiomas y con reflexiones verbales y 'preverbales' (que son más bien sentimientos... este es un blog de sentimientos). No soy el único que 'juega', muchos de ustedes lo hacen también, cada uno de su manera, no cierto?
De repente me acuerdo que he escrito una vez una entrada sobre jugar... Fue en 2006, en el post "Sulla strada no pasa nada", en que conté lo que habían escrito algunos de mis amig@s bloguer@s. Citaba a una de ellas: "la-de-marbella escribe sobre lo que fue noticia de primera página durante varios días de mi estadía sevillana y termina diciendo: 'Y con esto doy por terminada mi incursión en la política y retomo el carácter lúdico de mi blog.'"
Después dije: "Me gusta jugar y tengo que jugar más y, además, algún día, leer el libro "Homo ludens" del historiador holandés Johan Huizinga."
Todavía no lo he leído. Alguien de ustedes lo ha leído?
19 Comments:
No he leido el libro, Giovanni, pero creo que jugar es els entido de la vida. El verdadero juego, ese de los corazones que compromete el alma. Y es verdad, éste es un blog de sensaciones, por eso vuelvo, por eso te leo, por eso te creo, te creo, te creo cuando nos decis que: "todo es posible"
un abrazo fuerte
Ana: pienso que pocos de nosotros han (hayan?) leído el libro, posiblemente Lentitud, pero él raras veces comenta (a pesar de que le he dedicado un vídeo largo - y lento, jaja).
Jugar, mantener vivo el niño en nosotros, el joven adulto que somos en nuestra niñez, mantener vivo las posibilidades, las ilusiones de la vida, es sumamente importante.
Creo en vos, creo en la humanidad.
Un abrazo
De todas las fotos la que más me ha gustado es la de la estatua con el ánfora en el hombro cubierta de nieve. Es muy bella.
Eso del homo ludens suena bien, no lo he leído. Demasiado homo faber hay que compensarlo con juego, además lo lúdico es muy creativo.
Acabo de leer A Room of One's Own, de Virginia Woolf, en donde entre otras cosas dice que un cierto bienestar económico es necesario para contemplar y escribir (o cualquier otra actividad creativa, imagino).
Un beso
Elvira: demasiado homo faber se deja 'compensar' también muy bien con tocar un instrumento o cantar.
Creo que A Room of One's Own reconfirmó el deseo de Aafke de tener un cuarto para si misma... No cabe la menor duda que un cierto bienestar económico es necesario para una actividad creativa, aunque considero el artesano también como creativo y no todos los artesanos tienen un 'cierto bienestar económico'. Te refieres a esa reflexión para enfatizar que afortunados somos? Yo lo siento así desde bastante joven a pesar de que mi madre no podía comprar ropa nueva para sus cinco hijos (ella era viuda a los 38 años) y tenía que ser creativa (!) con la comida... Todavía me gusta andar en ropa vieja, siempre.
Un beso
Amigo Giovanni: juraría que sí conteste a aquel vídeo. Además me gustó mucho. Si no recuerdo mal incluso suscitó algún intercambio de pareceres. También puede ser que dejará el comentario al hilo de otro comentario en el blog de nuestra común amiga Olvido.
Como ya he dicho en ese mismo lugar no conozco a Johan Huizinga.
Es cierto que comento poco, Giovanni. No soy muy "bloguero" que digamos y lo que hago en el mío no me atrevo a calificarlo como un blog, si es que hace falta hacerlo. No creo.
Tengo curiosidad por una cosa: Elvira destaca que en "Una habitación propia" de Woolf se dice que es necesario el bienestar económico para contemplar y escribir (crear). Luego tú lo rubricas, además con un "no cabe la menor duda". ¿En que os basais para asegurarlo, si es que Elvira comparte ese comentario de la acomodada Virginia? Que conste que no tengo nada en contra de ella. Es más, soy un fiel admirador de su obra.
Amigo Lentitud: dije 'no cabe la menor duda' sin pensarlo, casi de paso, a lo liviano, basándome en 'intuición'. Pero si hablas de rubricar, algo que casi no puedo evitar, dijera (igual de liviano) que me parece (ya no digo otra vez que no cabe la menor duda) que el contemplar y escribir no es el privilegio de gente considerada como 'intelectuales' o lo que sean, sino también es una actividad de 'otra' gente. Eso me lleva a pensar que el 'escribir' no es una actividad que fácilmente se deja definir y demarcar (es esa la palabra?). Quiero decir que para mí la 'literatura' es más amplia que el término que normalmente se usa para esa actividad.
He creado confusión, o mejor dicho no he sido muy preciso con esa referencia al vídeo dedicado a usted (ti), porque no solo me acuerdo tu comentario sino lo he agregado después a la descripción del vídeo, ve: http://www.youtube.com/watch?v=3YdciVxC9aE
Es un gusto intercambiar algunas ideas aquí, como lo es también en el de nuestra amiga Olvido.
Hola a todos:
Creo que los artesanos son creativos, y no necesariamente tienen un cierto bienestar económico. Virginia Woolf se refería a que si no tienes tiempo para ti mismo, para contemplar, pensar con calma y profundidad, es difícil que puedas escribir bien. Si no paras de trabajar en todo el día (a menos que tu trabajo sea creativo) difícilmente puedes dedicar el tiempo necesario a tus aficiones creativas.
Muchas veces lo que hacemos para ganarnos la vida no es aquello en lo que expresamos mejor nuestra creatividad. También decía ella lo de la habitación propia pensando en las mujeres de antes que no tenían independencia ni tiempo para ellas mismas, que siempre estaban al servicio de unos y otros, y no podían dedicarse con tranquilidad a la escritura, o a lo que a ellas les interesase más.
Me parecen muy afortunadas las personas que trabajan en aquello que más les gusta, pero aún y así, con toda la presión de ganar dinero para la supervivencia, a veces la creatividad no está a sus anchas. ¿Creéis que hace falta una cierta relajación para que aflore mejor la creatividad?
Para disponer de tiempo hace falta tener lo más indispensable resuelto, supongo. Porque si no tienes lo más básico, has de pasar todas las horas buscando alimento o ropa o cobijo.
Besos
No sé si he captado bien, Giovanni, lo que quieres decir en la primera parte de tu comentario, pero estoy de acuerdo cuando afirmas que la literatura es más amplía que el termino que se usa para referirnos a ella. Igual que para cualquier otra disciplina artística: el cine, la pintura, la música… Y, por supuesto, también comparto que escribir, filmar, pintar… no es un privilegio de los, como diría Thomas Bernhard, así llamados intelectuales. Creo, y aquí enlazo con el tema que plantea Elvira, la toma de postura ante, por ejemplo, la literatura, o la manera en que una actividad artística modifica nuestra forma de vivir es donde reside la diferencia: la forma en que se aborda, el grado de intensidad, la cadencia en la necesidad que tenemos de ella. La literatura no se puede reducir al acto de escribir, sino que hay muchas más cosas que rodean y que son por lo menos igual de importantes que el acto de sentarte y manchar unas hojas de papel con palabras. Incluso pienso que se puede ser un escritor, sentirse y serlo, sin tener una obra concreta. ¿Es más escritor quien ha dejado escrito 50 libros que quién escribió un solo relato, pero toda su vida la vivió influenciada por la pasión de la literatura y para el primero, sin negar su posible calidad literaria, la vivió como una profesión de la cual vivir? Temo que no me hago entender bien.
No comparto la opinión de Woolf de que si no tienes tiempo para contemplar y pensar con calma y profundidad, no se pueda escribir bien. Otra cosa, es lo que luego dice Elvira: sino ocupas el mayor tiempo en el trabajo y encima este no es creativo, difícilmente puedes dedicar tiempo a tus aficiones creativas. Separo las dos cosas. Difícil si se vive como afición. Como una afición que hace de balanza y equilibra nuestra vida cotidiana. En una parte de la balanza está el trabajo con el que alimentamos el cuerpo y en el otro con el que alimentamos el ‘alma’, el ‘espíritu’ o como queramos llamarlo. Es complicado compaginarlo y, por supuesto, es loable y necesario tal empeño. Ahora, imagino que quien lleva inyectada en la sangre, perdonar el romántico arrebato, la pasión por la escritura tal como arriba he comentado y esa pasión es capaz de condicionar la vida, o sea: si no se vive como pesa que equilibra, si no hay tal balanza, tampoco hay trabajo por duro o monótono que sea, condiciones económicas adversas que se tengan y situaciones límites en las que se viva, que pueda con la fuerza creativa. Desde mi punto de vista la respuesta a la pregunta de Elvira, ¿creéis que hace falta una cierta relajación para que aflore mejor la creatividad?, sin lugar a dudas es que no. Ejemplos lo hay a montones. Si la creatividad es la afición antes comentada, la respuesta es que sí. Igual la he liado más y se me entiende todavía menos.
Yo que soy un vil mortal a ras de suelo y que, excepto un corto periodo de tiempo, he trabajado excepto de puta (con perdón) de casi todo para poder vivir y ganarme el sustento y las lentejas, y desde mozalbete me puede el virus de la literatura, he robado horas al sueño hasta la extenuación como si fueran besos robados para simplemente poder leer. De ahí no paso.
Giovanni: ¡Gracias por insertar mi comentario al vídeo de los gramófonos!
Hola Giovanni y a tod@s sus visitantes.
Soy una blogera novata y me acerco timidamente. Me atrevo a participar porque el tema me gusta y me interesa.
Lo mejor de mi infancia fue que jugué y creé mucho con mis hermanas, y lo mejor de mi adultez es cuando sigo jugando y creando. Me doy cuenta que los dos están intimamente unidos en mi (no se si en los demás también) y que cada vez que entro en ese paisaje hago lo mismo que cuando era niña.
Yo jugaba seriamente y el acto creativo lo vivo desde ahí.
Respecto al tema del bienestar o el espacio relacionado con la creación, creo que debe ser algo muy personal y único en cada persona. En mi caso es como respirar cuando no siento aire en mi vida, orden ante el caos y un lujo cuando soy pobre, asi que no me parece que tenga que ver con el bienestar económico.
Un saludo juguetón,
Ofelia
Me gusta jugar con las palabras y con lo que se tercie. ¿Qué es la vida sin juego? Un erial donde sólo pueden vivir los insectos, preocupados en buscar su alimento y calentarse al sol.
Me gustan mucho las fotos del post y cómo juegas con la acción y con las palabras.
Un abrazo.
Juan Antonio
Elvira: entonces el ser cesante del trabajador 'pobre' chino de quien hablo en mi post siguiente (la definición de 'pobre' depende del punto de vista del pobre y de los demás) tal vez le haya dado el tiempo 'para el mismo, para contemplar, pensar con calma y profundidad'...
Sí, yo creo que sea necesario o favorable que haya 'una cierta relajación para que aflore mejor la creatividad'. Por lo menos así lo siento yo. Por otro lado, un poco de presión y nervisismo, nervisosidad o lo que sea, no está mal para mí. No sé como será para otros.
Besos
Lentitud, estamos de acuerdo sobre la 'disciplina artística' y creo que en cada rama la forma y la 'intensidad' sea importante como también lo son algunas otras características que solemos marcar y crean sonrisa en la cara de mi hijo por ser conceptos tan arbitrarios o personales, según él.
Interesante tu pregunta: ¿Es más escritor quien ha dejado escrito 50 libros que quién escribió un solo relato, pero toda su vida la vivió influenciada por la pasión de la literatura?
No sé la respuesta.
Cuerpo y alma, dos conceptos imaginativos... El uno alimenta el otro, o es que la alma o vena 'literaria' requiere, necesita, otra alimentación? Por ejemplo, la falta de algo?
Insertar tu comentario en la información sobre el vídeo lo enriqueció!!
Ofelia: no hay razón para tímidez, aquí, en esta casa, todo es posible y todo comentario 'honesto' (pero qué es esto?) es muy bienvenido.
El jugar crea espacio creativo, es también mi experiencia. El 'bienestar' (qué es exactamente?) es otra cosa. Conozco a bastante gente 'bienestado' (cómodo económicante) pocos creativos.
Saludos
Juan, calentarme al sol era en mi juventud algo que me gustaba mucho y cerrando mis ojos el calor me llevaba a mundos tranquilos, pacíficos, y creativos.
Viste alguno de mis vídeos sobre el sur de Chile? Hay otro, con imágenes de Temuco: http://www.youtube.com/watch?v=qUk3Illnjko
Es un gusto recibirte aquí en esta casa en el norte y el sur a la vez.
Un abrazo
PD: En Chile me llaman Juan José, entonces compartimos el primer nombre.
Hola otra vez:
Estoy de acuerdo contigo, Giovanni. Si la presión es excesiva, es difícil que la creatividad aflore con plenitud. Pero justo una pizca de presión estimula la creatividad. Demasiada calma igual nos deja perezosos. Quizás esto sea como la pimienta: un poco realza el gusto de la comida, pero demasiada lo mata.
Cada vez veo más ejemplos de que todo en su justa dosis nos puede ir bien.
Y contesto a Lentitud con una pregunta: ¿la creatividad de la afición sí se estimula con la calma y la otra no? ¿Cuál es la otra? Me cuesta un poco diferenciarlas. A mí el estrés excesivo y la falta de tiempo me matan la creatividad y la alegría, las ganas de jugar. Necesito un cierto tiempo de no hacer nada y contemplar para que se despierte la inspiración.
Lo que le digo a Ofelia es que suficiente bienestar económico para mí es que te permita tener tiempo. Nada más que eso hace falta. No se trata de acumular bienes que encima dan más trabajo y dependencia.
Besos a todos
No he leído el libro, pero creo en el sentido lúdico de la escritura.
Y vaya debate abriste con esta entrada! Comprendo y comparto la postura de Lentitud,y, enlazando con Elvira (y Virginia), creo que debemos sostener lo lúdico en nuestras vidas, (con o sin cuarto;y, en mi caso, lo lúdico es igual a lectura y escritura), para que las presiones cotidianas no nos destruyan.
Y las fotos son maravillosas!
mil besos*
Rayuela: sosteniendo lo lúdico nos sentimos todos mejores. Lo lúdico también pueda estimular otras actitudes como p.e. el tomar cierta distancia de si mismo (buen sentido de relatividad lo llamamos acá).
Baci
La verdad es que no.
Me gustaría leer el libro del desempleado chino. Debe ser muy interesante.
Pau: a mí también me gustaría leer el libro del desempleado chino. Trataré de encontrarlo y te avisaré.
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