Naomi Klein

Pau recomienda el libro de Naomi Klein, mi mujer ha comprado el libro de Naomi Klein, mi mujer quisiera que yo fuera con ella a una conferencia de Naomi Klein pero hasta los sitios de pantalla (mirando en una pantalla a Naomi Klein) están agotados. Parece que Naomi Klein misma se ha transformada en logo.

Normalmente (pero no siempre) soy pausado en mis escritos, esta vez prefiero dejar correr mis pensamientos caóticos y reconozco que surgen de cierta irritación. Por la recomendación de Pau en el blog de Roberto Zucco llegué al "trailer" del nuevo libro de Naomi Klein y de la película que ella hizo junto con un hombre de nombre español quien todavía no es logo, por lo menos no para mí. No está malo que Naomi Klein tiene sus seguidores, pero me irrita el trailer: usa la misma técnica que detesto de las películas de propaganda para venderte cualquier cosa, sea un producto comercial o la importancia de tus (?) fuerzas armadas.

No me gusta la propaganda, no me gustan sus métodos, prefiero un mundo más calmo. Tranquilo no más, no me alejo, me quedo un rato para escuchar lo que usted quiere decir, calma, calma, el mundo no se va por la puerta, no es necesario captar mi atención, ya lo tenés, no me voy, quiero escucharle atentamente, no grites...

Miraba en el cuarto (la habitación) de mi mujer si esté (se encuentre) el libro de Naomi Klein, el nuevo libro: The Shock Doctrine... Ah, qué buen título, capta inmediatamente tu atención, debe venderse bien el libro en el mercado libre, perdón, en las librerías de cultura, o sea en el mercado de cultura. No encuentro el libro, lo ha llevado a la isla donde está con su mamá? Pero sí veo otros libros gruesos, muchos.

Lo sé, lo sé, no hay como escapar del mercado libre... Hay que vender sus ideas, no está todo malo, no? Ah, entonces nos referimos solamente a los lados malos, a los aspectos negativos del mercado libre... Pero ese señor Milton Friedman era un monstruo, no cierto, o no lo era? No le he conocido personalmente pero he seguido sus pasos en Chile, después del golpe del 11 de septiembre 1973, y he escrito artículos criticándole a él y sus discípulos.

Creo que detesto esa palabra, esa realidad: discípulo. Discípulos son el producto de la propaganda o de la necesidad de la gente de buscar y seguir líderes que admiran.

Creo que detesto también la admiración (en general, no en todos los casos), vendida por el mercado o no vendida por el mercado. El mercado está dentro de nosotros, como también el capitalismo está dentro de nosotros. Bueno, hay capitalismos diferentes, uno más social, más justa, y otro más salvaje y feroz y muy injusto.

Creo que sería mejor parar el flujo libre de mis pensamientos y seguirlos en otro post de una manera más calma, sin irritación. Pero I'm afraid que un próximo post mío sobre Naomi Klein sea igual de tono agitado… Debería (pero no es un deber) explicar bien en qué discrepo de Naomi Klein o por lo menos del mensaje que ella trató de venderme por el trailer de su nueva película (NUEVA!!!) que vi en el blog Mirando las musarañas.

PD: Hice un pequeño test en internet de la venta de Naomi Klein. Tecleando las palabras shock, Naomi y Klein en Google aparecieron 763.000 hits. Por lo que podía averiguar rápidamente, los primeros 721 hits se refieren todos al nuevo libro de Naomi Klein. Ella tiene un nombre que fácilmente se acuerda, no cierto?