Hola mar y playa!
Mi amor hacia la isla de Schiermonnikoog es parecido al amor que tengo para la guitarra. La única diferencia es que la isla no se deja tocar, o mejor dicho, sí se deja tocar (el tasto), y sí se deja sentir (huele de pinos, huele de mar, huele de conchas en la playa), y sí se deja llamar (hooola, mar y playa! cómo están?), igual que la guitarra, pero no se deja vibrar como las cuerdas de una guitarra.
Las fotos de este post y la del post anterior vienen de una imprenta de prueba de las negativas, como se puede ver en la última foto de abajo.
Las fotos de este post y la del post anterior vienen de una imprenta de prueba de las negativas, como se puede ver en la última foto de abajo.
6 Comments:
Son preciosas, giovanni, y no me extraña que al verlas sientas esa sinestesia. Ya tengo yo ganas de verano que estoy cansada de lluvia, ni esto es primavera ni na de na.
Abrazos
Que privilegio compartir amor entre
tu isla y tu guitarra Giovanni...las fotos son preciosas.
Un abrazo.
Sabes, Osabel, escribí esa chicha ni limoná, sin pensarlo. Después pensaba: es correcta, esa expresión, en ese contexto? Pero qué es correcto... incluso esta primavera tan rara, quizás es más normal de que pensamos. En holandés tenemos la rima:
maart roert zijn staart
april doet wat hij wil
in mei leggen alle vogeltjes een ei
O sea:
marzo mueve su cola
abril hace lo que quiere
en mayo todos los pajaritos ponen un huevo
abrazos
No sé si es privilegio, pero es algo que... y ahora dudo qué decir, o mejor dicho, vacilo, no por vanidad sino por no saber qué elegir o qué decir. Porque, a pesar de conocer mi amor por ambas, la conciencia real o completa de eso hecho, se ha dado sólo hace poco, cuando estuve mejorando mi novela. Entonces, mejor me calle (y no releo lo escrito de arriba, para no corregir lo espontáneo).
Un abrazo
Buceando en mis recuerdos, y en mi presente, creo que me cuesta encontrar un sitio al que me sienta muy ligado, aunque también podría ser que ahora no lo recordara. He vivido en algunos sitios, en casi todos bastante tiempo, y no me siento ligado estrechamente a ninguno de ellos. La relación estrecha con el sitio en el que ahora vivo es voluntaria, querida por mí, y trabajada bastante, en el día a día, y eso que no es bonito. En fin, misterios del alma humana.
Un abrazo
El alma humana me sorprende a veces o muchas veces. No se deja captar ni definir completamente, como otras actividades mentales y hasta las físicas, corporales.
Un abrazo
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