Wednesday, February 20, 2013

Me gusta que no me haga caso

Me gusta el gato de color blanco y negro de los vecinos. Lo veo cada día sentado en el césped de nuestro jardín y también lo veo regularmente en la calle. A veces lo llamo, hablándole o haciendo sonidos con mi boca o, si no logro captar su atención y quiero que me haga caso (aunque me gusta también que no lo haga), maullándole. Nunca se mueve hacia mí. A lo más, se para o, si está sentado, gira su cabeza hacia mí y me mira un instante.

4 Comments:

Blogger Isabel said...

Los gatos son ariscos, pero hermosos.

Son como la belleza, a veces, tan escurridiza.

Abrazos

3:09 AM  
Blogger giovanni said...

Muy bien dicho, Isabel, y aprendí dos palabras nuevas: arisco y escurridiza.

Abrazos

6:02 AM  
Blogger andandos said...

No sé si ya lo he dicho alguna vez, pero el gato es el animal que más pronto cambia de opinión: no acaba de salir por la puerta que ya quiere entrar.

Un abrazo

12:28 AM  
Blogger giovanni said...

José Luis, sin embargo no veo el gato como caprichoso. Simplemente cambia de opinión. Me gusta como se mueve, liviano, elegante y muy seguro de si mismo. No tengo un gato y de niño tuvimos un gato sólo cuando era muy joven.

Un abrazo

12:54 AM  

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