La música que le has puesto al primer video podría recordar a Valparaiso. No he estado ni en Capri ni en Valparaiso, así que todo es muy subjetivo, naturalmente. Es muy natural, es el adjetivo que se me ocurre, la vida es, creo, así muchas veces. En los dos siguientes, si veo el que tiene sonido llego a la conclusión de que España e Italia tienen muchas cosas en común, incluídos los sonidos, quizás por eso cuando voy por Italia me siento en un terreno familiar. Sé cómo funcionan las cosas, y la lógica del ciudadano medio: como en España. El sonido, o su falta, lo cambia todo, en estos videos se ve de manera muy clara. Es el punto de vista de un sordo. Hay otra cosa: el placer que produce ver las imágenes meses después.
El placer del mirar después de unos meses es notable, José Luis. A tus fotos les falta sonido y eso significa... aún más cuando están en blanco y negro. La música surgió de manera espontánea. En general no sé de antemano lo que voy a tocar, qué melodía (si haya alguna), qué ritmo/compás (ni después me doy cuenta), cómo empezar y cómo terminar (si haya realmente un comienzo y fin). Tampoco sé de antemano lo que voy a escribir, ni en mi blog, ni en mi novela, que envié ayer por la tarde al editorial.
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La música que le has puesto al primer video podría recordar a Valparaiso. No he estado ni en Capri ni en Valparaiso, así que todo es muy subjetivo, naturalmente. Es muy natural, es el adjetivo que se me ocurre, la vida es, creo, así muchas veces.
En los dos siguientes, si veo el que tiene sonido llego a la conclusión de que España e Italia tienen muchas cosas en común, incluídos los sonidos, quizás por eso cuando voy por Italia me siento en un terreno familiar. Sé cómo funcionan las cosas, y la lógica del ciudadano medio: como en España.
El sonido, o su falta, lo cambia todo, en estos videos se ve de manera muy clara. Es el punto de vista de un sordo.
Hay otra cosa: el placer que produce ver las imágenes meses después.
Un abrazo
El placer del mirar después de unos meses es notable, José Luis.
A tus fotos les falta sonido y eso significa... aún más cuando están en blanco y negro.
La música surgió de manera espontánea. En general no sé de antemano lo que voy a tocar, qué melodía (si haya alguna), qué ritmo/compás (ni después me doy cuenta), cómo empezar y cómo terminar (si haya realmente un comienzo y fin). Tampoco sé de antemano lo que voy a escribir, ni en mi blog, ni en mi novela, que envié ayer por la tarde al editorial.
Un abrazo
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