Correspondencia con Marianne

No solamente he encontrado la pista de Marianne Levy-Davidsohn sino también he empezado una correspondencia con ella, por correo electrónico.

Parece un sueño.

Primeramente logré encontrar una dirección de e-mail de uno de sus hijos y él me contaba que su papá había muerto y que su mamá estaba viva y en buena forma. Ella había aprendido a manejar un ordenador (computadora) a la edad de 89 años y, a los 94 años, estaba comunicándose por e-mail con "people all around the world". El hijo me dijo que simplemente iba a enviar mi e-mail a su madre y ella seguramente me iba a contestar.

Así fue. Y lo sorprendente es que ahora nos escribimos en holandés. Aunque Marianne a penas ha tenido la oportunidad de hablar holandés durante los 60 años que ha vivido en Colombia, lo domina todavía a la perfección.

Mi mujer sigue pintando.