Elena (1)
"Recuerdo
exactamente cuando recibí tu primera carta y donde la leí. La
llevé a la terraza cerca de mi casa adonde fui
muy a menudo en aquel verano y adonde
fui aún más a menudo después de recibir tu carta, para escribirte y leerte.
Me sorprendió que me escribieras y, al mismo tiempo, no me sorprendió. Me explicaste que habías vacilado en escribirme porque yo era mucho más joven que tú y porque yo era amiga de Clara. Siempre querías explicar lo que estabas haciendo o no haciendo, sobre todo cuando se tratase de amor. No te gustó esa palabra, en holandés. En italiano sí te gustaba. La pronunciabas siempre con una sonrisa. Veía esa sonrisa incluso cuando leía ‘amore’ en tus cartas, que iba a ser como me nombraste a partir de tu séptima carta.
Me sorprendió que me escribieras y, al mismo tiempo, no me sorprendió. Me explicaste que habías vacilado en escribirme porque yo era mucho más joven que tú y porque yo era amiga de Clara. Siempre querías explicar lo que estabas haciendo o no haciendo, sobre todo cuando se tratase de amor. No te gustó esa palabra, en holandés. En italiano sí te gustaba. La pronunciabas siempre con una sonrisa. Veía esa sonrisa incluso cuando leía ‘amore’ en tus cartas, que iba a ser como me nombraste a partir de tu séptima carta.
Yo
sabía lo que escondías detrás de esa sonrisa tuya, y tú sabías que yo lo sabía, desde el principio. Eso fue una
de las razones porqué me escribías, me
dijiste."
3 Comments:
Estoy leyendo "La estafeta romántica", de Galdós. Esto también es una adivinanza.
Un abrazo
"La estafeta romántica", Benito Pérez Galdós
Creo que jamás había leído una novela que estuviera formada completamente por una sucesión de cartas intercambiadas por sus personajes, pero claro, en una producción literaria tan amplia como la de Galdós, y más específicamente, la de sus 46 Episodios nacionales, todo podía suceder. Con ese número de obras desde luego el escritor canario podría probar todo tipo de formatos. Incluso, se me ocurre, podría haber escrito uno en verso si se lo hubiera propuesto, aunque la verdad no sé si el escritor canario era un experto poeta. Más bien pienso que no.
Y lo cierto es cuando uno observa que la novela que comienza a leer es una sucesión de misivas pues se queda un poco así. Yo, como lector, no valoro especialmente las particularidades estilísticas. Soy más del contenido puro y duro. Pero rápidamente uno se adapta a este nuevo formato. Y el intercambio de cartas entre los protagonistas (unos 10 personajes, calculo, así, a bote pronto), en el fondo no cambia mucho lo que es el estilo literario de D. Benito. Vamos, que realmente es como leer un Episodio más, con la particularidad de que la trama se va forjando a través de breves entregas, convirtiendo la narración si se me permite la comparación en una especie de partido de tenis donde en vez de pegar a bolas se pega a cuartillas de papel. Información va, información viene. (...)
http://librosqueleoyotros.blogspot.nl/2012/09/la-estafeta-romantica-benito-perez.html
Pues don Benito tenía un secreto y no queda constancia de ello en su correspondencia
Un secreto a voces parece ser.
Un largo idilio con doña Emilia Pardo Bazán, durante muchos años.
Miquiño mío, es el título.
Escrito por un buen amigo. El Sir sevillano
http://elhiloinvisible.blogspot.com.es/
Besos
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