Juego de niño
De chico hice lo mismo. Me fascinaba cuando prendiera fuego o saliera humo de la paja o del pedazo de madera puesto debajo de las rayas del sol concentradas por la lupa. Ampliar y enfocar, fascinante.
A veces dirigía las rayas del sol hacia la piel de mi mano o brazo, hasta que sintiera el picar del calor. Experimentando.
En un post anterior Isabel me preguntó: Por qué será que la afición de subirse a los árboles tiene tanto que ver con la infancia? Y yo contesté: Isabel, en la infancia somos dominados por adultos y al subirnos a un árbol dominamos nosotros. Otra razón podría ser que de niños somos más livianos o más hábiles y usamos más nuestro cuerpo.
A veces dirigía las rayas del sol hacia la piel de mi mano o brazo, hasta que sintiera el picar del calor. Experimentando.
En un post anterior Isabel me preguntó: Por qué será que la afición de subirse a los árboles tiene tanto que ver con la infancia? Y yo contesté: Isabel, en la infancia somos dominados por adultos y al subirnos a un árbol dominamos nosotros. Otra razón podría ser que de niños somos más livianos o más hábiles y usamos más nuestro cuerpo.
10 Comments:
Es la naturaleza supongo, o quizá que recordamos nuestros ancestros
Yo sí me subía a los árboles de la quinta de mis abuelos. Mi hermana también y recuerdo una vez que ella que era mucho más traviesa que yo se quedó colgada enganchada de una rama por los pantalones cortos, manoteando y pateando como si nadara en el aire, hasta que se cayó al pasto y el pantalón quedo roto colgando de la rama. jajajajajaja
Luego entró a la casa de los abuelos de espaldas tapándose el rabo, porque mi abuela se lo había hecho. Ella cosía muy bien y cocinaba muy mal. jajajaja
Besos
Me has hecho recordar una vieja anécdota. Gracias
Yo sí me subía a los árboles de la quinta de mis abuelos. Mi hermana también y recuerdo una vez que ella que era mucho más traviesa que yo se quedó colgada enganchada de una rama por los pantalones cortos, manoteando y pateando como si nadara en el aire, hasta que se cayó al pasto y el pantalón quedo roto colgando de la rama. jajajajajaja
Luego entró a la casa de los abuelos de espaldas tapándose el rabo, porque mi abuela se lo había hecho. Ella cosía muy bien y cocinaba muy mal. jajajaja
Besos
Me has hecho recordar una vieja anécdota. Gracias
Juegos y travesuras infantiles...
investigar y experimentar...cuántas
anécdotas tenemos de nuestra infancia...
Un abrazo Giovanni.
Tu hijo, creo, como el mío, que tiene una inclinación natural por la ciencia.
Un abrazo
La naturaleza y la cultura y el padre o amigo que enseña, Pau. Creo que haya pocas madres que lo enseñan.
Linda anécdota, Myriam, y eso de cocer muy bien era algo que se podía disfrutar en momentos escasos mientras que el cocinar mal era algo que se tenía soportar en momentos regulares. Pero seguramente su cariño era tan grande que no importaba que cocinaba mal.
Besos
Maria Dolors, nuestra infancia es un baúl de recuerdos, quizás no todos agradables, pero qué fuéramos sin ellos?
Un abrazo
Es cierto, José Luis. Y tú y yo por la música, no cierto?
Un abrazo
Pau, es la naturaleza y la cultura, y algún padre o amigo que enseña... Creo que haya pocas madres que enseñan a sus hijos como jugar con fuego.
Post a Comment
<< Home