Wednesday, January 16, 2008

Y qué hacemos?

El 29 de diciembre, volviendo de Chile con Iberia, leí en el avión una columna interesante de José Vidal-Beneyto en El País, "A contra-esperanza", en que critica la creciente desigualdad en el mundo. Más de un tercio del PIB mundial lo poseen las 100 primeras empresas del mundo, mientras que más de 1000 millones de personas han disminuido desde 1993 dramáticamente sus insuficientes ingresos y hoy más de 1.600 millones viven con menos de un dólar diario. La pobreza se presenta también en los países ricos: en Francia cerca de 7,5 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza.

Los ricos se enriquecen de una manera espantosa. Por ejemplo, Daniel Bernard, de Carrefour, se fue con 209 millones tras haber rechazado un aumento del 2% a sus empleados y Ángel Corcóstegui se fue con 108 millones cuando salió del Banesto.

Dice José Vidal-Beneyto: "Riquezas amasadas en una legalidad de fachada, tras la que se esconden las bolsas de valores manipuladas y sus amañadas cotizaciones, las contabilidades trucadas, los PDGs truhanes, los Estados cómplices con sus asilos protectores del crimen - seis paraísos fiscales en la sola Unión Europea -, el escabroso, indomeñable imperio del gangsterismo económico, todo fundado, legitimado por los vendedores del capitalismo de mercado que se autocalifican de filósofos y que hacen del darwinismo social la doctrina que todo lo explica: los más fuertes duran y prosperan, los otros desaparecen."

Cuando me bajé del avión me pregunté: Y qué hacemos nosotros, yo y mis amigos, contra los vendedores del capitalismo?

Todavía ando con esa pregunta.

Mi mujer hizo el dibujo en Tunquén. La filmé mientras dibujaba y puse el video en YouTube (haz clic).

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Poca cosa, Giovanni, poca cosa.

Saludos

11:42 AM  
Anonymous Anonymous said...

Es así: el capitalismo, la globalización, etc. son tan sanos como cualquier sistema socioeconómico. El problema es que el poder económico adapta las leyes a su albedrío. En cuanto el libre mercado le afecta, lo ataca y critica hasta doblegarlo; en cuanto es el proteccionismo el que lo perjudica, se convierte en el más liberal de los estamentos.
El hombre es egoísta y malo en cuanto huele poder y dinero, por tanto la solución es obligarlo a ser bueno y generoso, y para ello, hoy por hoy, solo existe el comunismo.
Y es una lástima. Aun queda mucho trecho hasta llegar al anarquismo puro, aun no somos lo suficientemente humanos.

12:59 PM  
Blogger la-de-marbella said...

Caramba Giovanni, llevo años preguntandome lo mismo. Creo que tras años de pensar a lo grande en el problema, lo hice en pequeño. Resultó que yo solo puedo cambiar lo que maneja mi órbita. Lo que es unicamente responsabilidad mia y de mi conciencia. Así pues, lo único que he podido hacer es dar salarios dignos. Respetar a los que trabajan conmigo, contribuir a su educación en la medida que me ha sido posible y realizar cuanta contribución social he podido. Es decir, ejercer la solidaridad. Pienso que todo ocurre por la falta de ella. Si todos y cada unos de nosotros miramos por el de al lado, nada puede ir mal. Cierto es como dice Pau que lo más cercano a ello es el comunismo. Tristemente, el comunismo en la practica no es igual que en la teoria. Ademas, todo lo que sea por obligación resulta ser igual de insano que lo que se quiere combatir. (hubo un mal momento en la familia y no pude venir antes) Besos

2:27 PM  

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