Entrega
En los años sesenta he visitado varias veces a mi hermana que vivía en aquel entonces con su marido en Marruecos. En la foto se ve a ella, bien rubia y bien delgada. Acabo de recibir una carta de ella desde el sur de Marruecos, en que habla del acercamiento de una tempestad de arena. "Un día para permanecer en un lugar fresco y echar los mosquitos con una rama de palmera," dice ella.
Me cuesta pensar en castellano y me faltan las palabras para expresarme bien, pero mi hermana habla en su carta de un problema de comunicación mayor: ella estuvo el día anterior de visita durante cinco horas con tres mujeres que no hablaban francés. "Es un ejercicio de entrega," dice ella, "porque cada gesto, cada palabra, cada mirada tiene un significado."
La foto tiene para mí un significado especial, por haber estado ahí, en ese paisaje vasto, seco, en compañía de mi cuñado y su familia (todos hablaban francés menos la madre de él), y por el momento fijado en la foto. Es un momento de la vida de mi hermana y también della mia, un joven a quien le gustaba viajar, a dedo y en tren de tercera clase de Barcelona a Algeciras para embarcar a Tánger.
Mi hija está escribiendo un estudio sobre cómo se ve la presencia de los inmigrantes africanos en la prensa española, o más bien cuáles son las diferencias entre las visiones de ABC y de EL PAIS. Escribe ella: "Los marroquíes, el mayor grupo de los inmigrantes africanos, suelen embarcar ilegalmente en las cercanías de Tánger y llegar a España entre las provincias de Almería y Cádiz."
La hija de mi hermana tiene un novio marroquí. Él no puede viajar a Holanda, no lo dejan entrar.
Viajar al sur es otra cosa que viajar al norte.
Me cuesta pensar en castellano y me faltan las palabras para expresarme bien, pero mi hermana habla en su carta de un problema de comunicación mayor: ella estuvo el día anterior de visita durante cinco horas con tres mujeres que no hablaban francés. "Es un ejercicio de entrega," dice ella, "porque cada gesto, cada palabra, cada mirada tiene un significado."
La foto tiene para mí un significado especial, por haber estado ahí, en ese paisaje vasto, seco, en compañía de mi cuñado y su familia (todos hablaban francés menos la madre de él), y por el momento fijado en la foto. Es un momento de la vida de mi hermana y también della mia, un joven a quien le gustaba viajar, a dedo y en tren de tercera clase de Barcelona a Algeciras para embarcar a Tánger.
Mi hija está escribiendo un estudio sobre cómo se ve la presencia de los inmigrantes africanos en la prensa española, o más bien cuáles son las diferencias entre las visiones de ABC y de EL PAIS. Escribe ella: "Los marroquíes, el mayor grupo de los inmigrantes africanos, suelen embarcar ilegalmente en las cercanías de Tánger y llegar a España entre las provincias de Almería y Cádiz."
La hija de mi hermana tiene un novio marroquí. Él no puede viajar a Holanda, no lo dejan entrar.
Viajar al sur es otra cosa que viajar al norte.
6 Comments:
Hoy daban en la televisión un documental sobre Ben Barka.
Los marroquíes suelen pasar la frontera como simples turistas gracias a un visado, y luego se quedan en España.
Esta semana, ante las elecciones municipales, el PP ha editado miles de DVDs que la delincuencia está directamente relacionada con la inmigración.
Mientras no esté penada la mentira, todo seguirá igual, aunque pienso que, de todos modos, eso no cambiaría la situación... hay muchísima gente que prefiere aferrarse a la mentira.
Mi querido Giovanni,
que alegría volverte a leer.
Y creo que tu hija hace un fiel reflejo de lo que se proyecta a nivel periodístico, el salto de los inmirantes africanos a tierras españolas -con el sueño de la tierra prometida- ignorando que no es oro todo lo que reluce. Y entonces es cuándo entran a pies juntillas en las mafias -las mismas que le trajeron en cayucos por un puñado de euros.
Millones de besos.
P.
Giovanni, che bello e' leggerti, sempre emotivo... mi fai conoscere storie che mi lasciano in bocca apperta... sai hai raggione su questo che dici, che sempre e' diverso viaggiare al nord che al sud. Qui sempre l'ho letto ed io capisco questo. Come lo sai, io abito vicino degli stati uniti, certamente per noi i messicani e' piu' difficile andare negli stati uniti, se ha bisogno di un visto, poi loro possono venire in Messico senza visto... beh cosi e' la vita, veramente a volte penso.... seria mejor que no existieran las fronteras? una vez lei algo que me dejo pensando mucho: "uno no escoje donde nacer, pero se puede escojer donde vivir", esto podria ser cierto de alguna manera, pero por otra parte no. Yo no escogi nacer en Mexico, habria deseado nacer en Italia, pero bueno naci aqui, ahora para escoger vivir en Italia es dificil para mi ya que me han negado dos veces il visto di soggiorno, simplemente porque no formo parte de la Union Europea. En fin asi son la leyes...
saludos
pd. disculpa por convinar dos lenguajes, pero vengo de escribir en italiano jejeje y luego ya no pude continuar con lo que queria decir y me vi en dificultades, creo que te pasa lo mismo a ti con el spagnolo
Demonizar a los que se desplazan para poder comer, me parece algo terrible.
Saludos.
Me alegra que hayas vuelto a escribir.
Gio qué alegría verte de nuevo...
Y me alegro de que Belle avance en el trabajo.
Y no hacen falta muchas palabras para expresar el sentimiento de indignación que produce ser ciudadana Shengen cuando vemos los cayucos y las pateras entrando por la puerta del estrecho
Hola Giovanni!!!!!!! Me alegra muchisimo leerte. Preciosa foto, es evocadora, llena de significados con el paso del tiempo. Terrible problema la inmigración. Es desolador verlos morir en los cayucos en pos de una vida mejor que no existe, al menos no para ellos. Cada día en nuestras costas a pocos kilometros del lujo y el esplendor se viven situaciones dantescas con personas que se aprietan en pequeñas embarcaciones visionando la gran mentira que en algunos casos les cuesta la vida. Muchos besos, abrazos y felicidad por reencontrarte. Muac
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